El piloto catarí Nasser Al Attiyah logró un hito significativo en el presente Dakar, al obtener su primer triunfo de esta edición y el número 49 en su carrera. Este éxito con el Dacia Touareg es crucial para sus aspiraciones de convertirse en el primer conductor en ganar con un proyecto recién lanzado. Sin embargo, su camino hacia la victoria final no está exento de desafíos. Con una diferencia de 25 minutos que debe recuperar en las próximas etapas, Al Attiyah se enfrenta a tres días cruciales donde la estrategia será clave. A pesar de esto, el experimentado corredor mantiene su confianza y se centra en los rivales más cercanos, mientras busca sumar su sexto triunfo en la competencia.
La lucha por la victoria general en el Dakar ha adquirido un nuevo matiz para Al Attiyah. Tras su reciente triunfo, el catarí ha reducido su atención a solo tres competidores principales: Al Rajhi, Lategan y Ekstrom. Según Al Attiyah, Henk Lategan enfrenta dificultades en las dunas debido a problemas de mareo, mientras que Mattias Ekstrom aún no ha encontrado su ritmo en este terreno. En contraste, Yazeed Al Rajhi, el nuevo líder, es considerado como el principal adversario. Estos factores hacen que las próximas etapas sean cruciales para determinar quién saldrá victorioso. Al Attiyah reconoce que estas jornadas serán decisivas y que cada segundo cuenta en la batalla por la cima.
Además de buscar su sexto título, Al Attiyah tiene otra motivación importante: igualar el récord absoluto de 50 victorias en etapas, compartido por Vatanen y Peterhansel. Con su última victoria, el catarí se encuentra a solo una de alcanzar este hito histórico. Esto agrega una capa extra de presión y determinación a su actuación en las próximas etapas. "Si no gano la general, necesito hacer más (victorias) para el récord", afirmó Al Attiyah, demostrando su compromiso tanto con la victoria general como con establecer un nuevo estándar en la historia del Dakar.
En medio de estos desafíos, Al Attiyah mantiene una actitud firme y confiada. Reconociendo la complejidad de las próximas etapas, el piloto asegura que pilotará sin levantar el pie del acelerador, simbolizado por su declaración de conducir "sin zapatos". Esta metáfora refleja su disposición a darlo todo en la pista. Para Al Attiyah, el éxito no es una posibilidad lejana, sino un objetivo realizable gracias a su experiencia y habilidad. "Yo soy el mejor piloto", declaró con convicción, reafirmando su determinación para conquistar no solo el Dakar actual, sino también su lugar en la historia del rally.