En una conmovedora declaración, Carla ha compartido su amor por el samba y su deseo de inspirar a otros. A pesar de las dificultades que enfrenta debido a una condición médica, se ha convertido en un símbolo de inclusión y perseverancia durante el Carnaval. Su mensaje es claro: el samba no tiene barreras y está abierto a todos. Carla expresa cómo superar los obstáculos la ha fortalecido y le ha dado el coraje para demostrar que todo es posible con determinación.
La pasión de Carla por el samba trasciende lo musical y se convierte en un llamado a la acción. Como alguien que vive con miastenia gravis, una enfermedad que causa debilidad muscular y fatiga, Carla sabe muy bien los desafíos que esto implica. Sin embargo, ella ha decidido utilizar su experiencia para mostrar que incluso ante limitaciones físicas, es posible brillar en cualquier escenario. Cada día representa una nueva oportunidad para probar que las adversidades pueden ser superadas con fuerza y dedicación.
El Carnaval se ha transformado en un espacio donde Carla puede expresar no solo su amor por el ritmo del samba, sino también su mensaje de inclusión. Ella enfatiza que este evento festivo debe ser accesible para todos, independientemente de sus circunstancias. Carla cuenta cómo cada paso de baile y cada nota de música la hacen sentir más viva y conectada con quienes la rodean. Este sentimiento de pertenencia es lo que espera transmitir a otros que puedan encontrarse en situaciones similares.
Al compartir su historia, Carla aspira a crear un impacto positivo en la comunidad carnavalesca y más allá. Ha demostrado que la verdadera belleza del samba radica en su capacidad para unir a las personas. A través de su ejemplo, ha roto barreras invisibles y abierto camino para que otros sigan sus pasos. La determinación y el espíritu indomable de Carla son un testimonio viviente de que los sueños no conocen límites y que la inclusión es posible en cada rincón del mundo.