La preparación para un desfile significativo enfrentó obstáculos inesperados. A pesar de los esfuerzos persistentes, no se logró una comunicación efectiva con la organización correspondiente. Como resultado, la destacada figura no pudo participar en el evento debido a la falta de orientación y tiempo insuficiente. Vale la pena mencionar que todos los gastos relacionados con su vestuario fueron cubiertos personalmente.
Los intentos repetidos de establecer contacto directo o indirecto no tuvieron éxito. Esto creó una barrera significativa en la planificación y coordinación necesarias para asegurar una participación adecuada en el desfile. La falta de respuesta dificultó enormemente el proceso.
A pesar de las múltiples instancias de comunicación buscadas, tanto de manera individual como a través del equipo de relaciones públicas, no se obtuvo ninguna respuesta concreta que pudiera facilitar la resolución del problema. Esta ausencia de intercambio efectivo impidió avanzar en las etapas cruciales de preparación, lo que finalmente afectó la posibilidad de participación.
El costo total de adquisición y producción del atuendo fue asumido por la propia participante. Sin embargo, el tiempo limitado y la falta de asesoramiento adecuado complicaron aún más la situación. Estas circunstancias hicieron inviable la inclusión en el evento.
Es importante señalar que la persona en cuestión siempre se hizo cargo de todos los gastos asociados a su indumentaria, desde la compra de materiales hasta la confección final. No obstante, sin la orientación apropiada por parte de la entidad organizadora y considerando el breve plazo disponible, no fue posible llevar a cabo los preparativos necesarios para garantizar su presencia en el desfile.