La actriz resalta la necesidad de mantener una concentración plena durante el desfile. Durante su participación, debe estar completamente alineada con los movimientos de la escuela de samba, pero también requiere adaptarse a ciertos cambios en el ritmo. En momentos específicos, la comisión del frente acelera para ajustar su posición frente al jurado, lo cual demanda un especial enfoque y flexibilidad por parte de ella.

Acompañada por otras figuras destacadas como la primera dama y la hija del presidente, entre otros miembros importantes, esta experiencia va más allá de un simple papel. Aunque no se trata de un cargo oficial ni de una categoría competitiva, esta posición es considerada un honor singular. Participar en este evento implica representar un papel simbólico que trasciende la mera presencia, convirtiéndose en un testimonio de distinción y reconocimiento público.

Este desfile no solo es una demostración de habilidad y coordinación, sino también un espacio donde se honra a individuos que han dejado una huella positiva en la sociedad. Cada participante, incluyendo la actriz, contribuye a crear un espectáculo memorable que refleja valores colectivos y celebra la unidad y el orgullo comunitario.