La edición 47ª del Dakar dejó testimonio de la valentía y determinación de Sandra Gómez, quien no solo superó los desafíos del desierto, sino que también aprovechó esta oportunidad para demostrar su capacidad y reclamar un lugar entre las mejores. Con una moto prototipo y sin experiencia previa con el modelo, logró terminar en el puesto 43º general, destacándose como una de las pocas mujeres en la competencia. Además, Sandra compartió sus reflexiones sobre la obsesión que puede generar el Dakar y abogó por una mayor presencia femenina en este desafiante evento.
Este año, Sandra enfrentó un recorrido especialmente complicado, incluyendo tres etapas en el Empty Quarter, donde las dunas se convirtieron en protagonistas inesperadas. A pesar de los obstáculos, ella encontró satisfacción en su rendimiento y expresó su deseo de continuar mejorando, aspirando a competir con una moto más competitiva en futuras ediciones.
Sandra Gómez enfrentó el Dakar 2025 con una mezcla de emoción y nerviosismo. Después de un año alejada de la competencia, regresó con un nuevo equipo y una motocicleta desconocida. Sin embargo, su experiencia y habilidades le permitieron adaptarse rápidamente a las condiciones adversas del terreno. La competidora madrileña destacó que el verdadero desafío fue llegar al Dakar, más que cruzar la meta. El esfuerzo constante para mantener la calma y gestionar estrategias durante la carrera fue crucial para su éxito.
El Dakar 2025 presentó uno de los trazados más exigentes en años, con etapas intensivas en el Empty Quarter. Sandra reveló que inicialmente temía las dunas, pero luego descubrió que podía manejarlas mejor de lo esperado. "Las dunas pequeñas fueron particularmente difíciles, pero aprendí a disfrutar de ellas", comentó. Esta adaptabilidad no solo la ayudó a superar los desafíos físicos, sino también a ganar confianza en su capacidad para competir en terrenos extremos. A pesar de los momentos duros, Sandra se mantuvo enfocada y terminó en una posición respetable, demostrando que la perseverancia y la preparación son clave para triunfar en el Dakar.
Una de las principales preocupaciones de Sandra es la falta de representación femenina en el Dakar. En esta edición, solo ella y unas pocas otras mujeres participaron, lo cual considera insuficiente. Sandra enfatizó que aunque ganó la categoría femenina, su verdadera satisfacción proviene de su posición en la clasificación general. "No estoy contenta solo porque gané la categoría femenina; eso era previsible. Estoy orgullosa de mi resultado general", explicó. Su objetivo es inspirar a más mujeres a participar y demostrar que tienen el potencial para competir al mismo nivel que los hombres.
Para Sandra, el camino hacia una mayor inclusión pasa por ofrecer oportunidades iguales a las mujeres. Reconoce que los obstáculos económicos y logísticos pueden ser significativos, pero cree firmemente que con el apoyo adecuado, más mujeres podrían tener acceso a motos competitivas. "Es como la Fórmula 1; si los equipos están dispuestos a apostar por nosotras, podemos hacer grandes cosas", afirmó. Ella citó ejemplos de pilotos como Laia Sanz y Rosa Romero para evidenciar que el talento existe y que en carreras técnicas, las mujeres pueden competir en igualdad de condiciones. Sandra espera que en el futuro, haya más representantes femeninas en el Dakar, lo que enriquecería la competencia y abriría nuevas puertas para las jóvenes pilotos.