En el mundo del automovilismo, cada detalle cuenta. Uno de los momentos cruciales en la preparación para una carrera de Fórmula E es lo que se conoce como el "track walk". Este ritual, que puede parecer inusual a primera vista, implica un equipo multidisciplinario recorriendo a pie el circuito antes del inicio oficial de las actividades. Durante este proceso, ingenieros, pilotos y personal técnico examinan minuciosamente cada centímetro del trazado, recolectando datos vitales que guiarán las decisiones durante la competencia. En México, DS Penske permitió a AS presenciar este evento único, ofreciendo una visión exclusiva del trabajo detallado que ocurre fuera de las luces de la pista.
Este ritual no es simplemente un paseo casual. Los miembros del equipo llevan consigo una variedad de equipos especializados que podrían confundirse con herramientas de jardinería o juguetes infantiles. Sin embargo, su propósito es mucho más serio. Jean-Éric Vergne y Max Günther, junto con sus ingenieros, analizan meticulosamente cada curva y recta, buscando la trazada perfecta. Mientras tanto, otros miembros del equipo se encargan de medir factores clave como el agarre del asfalto, las temperaturas y cualquier irregularidad que pueda afectar el rendimiento del vehículo. Estos datos son fundamentales para ajustar los simuladores y anticipar cualquier cambio imprevisto en el circuito.
El viernes previo a la carrera, aproximadamente 20 personas participan en esta evaluación exhaustiva. Entre ellos, se encuentran pilotos de reserva como Oliver Turvey, cuyo conocimiento del circuito es invaluable. Cada miembro del equipo tiene un papel específico, trabajando en armonía para garantizar que todos los aspectos técnicos estén cubiertos. Las mediciones realizadas durante el track walk proporcionan información crítica que influye directamente en las estrategias de carrera y en los ajustes finales al coche.
Además de observar el track walk, también tuvimos acceso privilegiado al garaje del equipo DS Penske. Desde los espacios traseros hasta las áreas más visibles durante las transmisiones televisivas, pudimos apreciar cómo funciona la maquinaria interna de un equipo de Fórmula E. La coordinación entre los distintos departamentos es impresionante, similar a una orquesta donde cada músico desempeña su parte bajo la dirección precisa del director. Esta sinergia asegura que todo funcione de manera fluida y eficiente, desde las sesiones de práctica hasta el momento en que los vehículos toman la pista.
La experiencia en México reveló que detrás de cada carrera emocionante hay horas de planificación meticulosa y colaboración en equipo. El track walk es solo uno de los muchos elementos que contribuyen a hacer de la Fórmula E un espectáculo deportivo excepcional. Este proceso demuestra que el éxito en la pista comienza mucho antes de que los motores se enciendan, con cada miembro del equipo jugando un papel crucial en la búsqueda de la excelencia.