En un escenario de incertidumbre y preocupación, los familiares de 60 presos políticos recluidos en la Cárcel de San Francisco de Yare, también conocida como Yare III en Miranda, llevan más de un mes sin recibir noticias sobre el estado de sus seres queridos. Esta situación ha generado una creciente ansiedad y malestar entre las familias, quienes buscan desesperadamente respuestas.

LA VERDAD SOBRE LOS PRESOS POLÍTICOS MERECE LUZ Y ACCIÓN INMEDIATA

Situación Crítica en la Cárcel de Yare III

La Cárcel de San Francisco de Yare, ubicada en el estado Miranda, se ha convertido en un foco de inquietud para los familiares de 60 presos políticos que fueron trasladados desde la Comunidad Penitenciaria de Coro en Falcón. Este movimiento ocurrió dentro del marco de la operación denominada Gran Cacique Guaicaipuro, ejecutada por autoridades policiales y militares el pasado 14 de diciembre. Los familiares han denunciado ante diversas instancias la falta de información oficial sobre el paradero y el estado de salud de sus seres queridos.Desde su traslado, las madres y esposas de estos reclusos no han recibido ninguna notificación oficial. La opacidad con la que se maneja esta situación ha aumentado la angustia en estas familias, especialmente porque muchos de los detenidos padecen distintas enfermedades crónicas que requieren atención médica constante. La ausencia de detalles precisos sobre su condición física es motivo de gran preocupación.

Denuncias y Solicitudes Urgentes

Las denuncias emitidas por los familiares van más allá de la falta de información. También se ha reportado que las autoridades penitenciarias no permiten el ingreso de alimentos, sábanas ni agua a los presos. Esto genera un entorno aún más hostil y preocupante para aquellos que están privados de libertad. Las madres y esposas expresan que vivir en este clima de zozobra es intolerable, ya que temen por la nutrición y bienestar general de sus hijos e hijos adoptivos.Esta situación ha llevado a los familiares a elevar su voz y solicitar formalmente al ministro de Asuntos Penitenciarios, Julio García Zerpa, así como al fiscal general designado por la dictadura, Tarek William Saab, que intervengan para permitir visitas regulares y proporcionar información veraz y oportuna. La necesidad de transparencia y respeto a los derechos humanos es cada vez más urgente.

Impacto Psicológico y Social

El impacto psicológico que esta situación está causando en las familias es considerable. Vivir en medio de la incertidumbre y la falta de comunicación oficial ha provocado un aumento significativo en los niveles de estrés y ansiedad. Muchos relatan cómo esta espera interminable afecta no solo su salud mental sino también su capacidad para llevar una vida normal.La sociedad civil también ha mostrado su solidaridad con estas familias. Organizaciones no gubernamentales como Una Ventana a la Libertad han sido fundamentales en la difusión de esta problemática y en la búsqueda de soluciones. Estas organizaciones trabajan incansablemente para garantizar que la voz de los familiares sea escuchada y que se tomen medidas concretas para mejorar las condiciones de los presos políticos.

Hacia una Solución Justa y Transparente

Es imperativo que las autoridades competentes actúen de manera responsable y transparente en este caso. La población exige que se respeten los derechos fundamentales de los presos políticos y se les brinde el trato digno que merecen. La apertura de canales de comunicación efectivos entre las autoridades y las familias es crucial para mitigar la angustia y restablecer la confianza.Además, se necesita un mayor compromiso por parte del gobierno para garantizar que los presos políticos tengan acceso a servicios médicos adecuados y a recursos básicos. La implementación de protocolos claros y justos puede ayudar a prevenir situaciones similares en el futuro y asegurar que los derechos humanos sean protegidos en todos los momentos.