En una emocionante celebración, Quitéria Chagas, la icónica reina del tambor de la escuela de samba Império Serrano, conmemora su trayectoria de cuarto de siglo. Su historia es un testimonio de la resistencia y lucha de las mujeres afrobrasileñas en el mundo del samba. Además de ser una figura destacada en la cultura carioca, Quitéria también se desempeña como actriz y profesional de la psicología. Este año, la emoción será particularmente intensa mientras celebra sus logros y reflexiona sobre el camino recorrido.
En un otoño dorado lleno de recuerdos, Quitéria Chagas está a punto de vivir uno de los momentos más significativos de su vida. Después de dedicar 25 años al universo vibrante del samba, esta multifacética mujer está lista para brillar una vez más en las calles de Río de Janeiro. Su papel como reina del tambor ha sido mucho más que un título; ha sido una declaración de principios y un símbolo de empoderamiento para las mujeres negras en Brasil.
Nacida y criada en un entorno donde el ritmo del samba siempre estuvo presente, Quitéria ha llevado consigo no solo su pasión por la música, sino también su compromiso con la igualdad y la justicia social. A lo largo de estos años, ha enfrentado numerosos desafíos y barreras, pero siempre ha mantenido viva la llama de la esperanza y la perseverancia. Hoy, mientras prepara su próximo desfile, no puede evitar sentir una mezcla de nostalgia y orgullo.
Este aniversario especial coincide con un momento crucial en la historia del samba, donde figuras como Quitéria están liderando el camino hacia un futuro más inclusivo y diverso. Junto a su hija Elena, de 10 años, quien sin duda se inspirará en el ejemplo de su madre, Quitéria está lista para escribir un nuevo capítulo en su legendaria historia.
Desde los primeros días hasta hoy, cada paso que ha dado ha sido un acto de resistencia y afirmación de identidad. Para ella, cada desfile representa una victoria, una oportunidad para demostrar la fortaleza y la belleza de las mujeres en el samba, un arte que históricamente ha sido marginado. Ahora, después de tantas batallas ganadas, la sensación de misión cumplida es indescriptible.
Para los lectores y seguidores del samba, la historia de Quitéria es un recordatorio poderoso de la importancia de seguir adelante a pesar de las adversidades. Su ejemplo nos enseña que con determinación y amor por lo que hacemos, podemos superar cualquier obstáculo y crear un cambio positivo en nuestras comunidades. El samba, tal como lo interpreta Quitéria, es mucho más que una danza; es un reflejo vivo de nuestra historia colectiva y de la lucha constante por la igualdad y el respeto.