En este relato, se explora la profunda conexión que una persona tiene con el carnaval. Esta celebración no es solo un evento anual para ella, sino un modo de vida que abarca todos los aspectos de su existencia. Desde las relaciones personales hasta los negocios, todo gira en torno a esta festividad. La inversión económica en disfraces es considerable, llegando incluso a equipararse al costo de un vehículo de lujo. Para esta entusiasta del carnaval, cada centavo gastado vale la pena, ya que esta fiesta representa su gran pasión y universo personal.
Para esta apasionada del carnaval, la preparación y participación en la festividad trasciende los límites del tiempo. Durante todo el año, vive inmersa en este mundo colorido y vibrante. Cada decisión que toma, desde las amistades hasta los asuntos comerciales, está influenciada por su amor por el carnaval. Este compromiso constante convierte la celebración en un estilo de vida integral.
Este vínculo tan estrecho con el carnaval no es algo que surja de la noche a la mañana. A lo largo de los años, ha ido construyendo una red de relaciones y experiencias que giran en torno a esta festividad. Sus amigos son personas que comparten la misma pasión, su familia se involucra activamente en la preparación y su esposo también es parte fundamental de este universo carnavalesco. Este entorno le permite vivir el carnaval durante todo el año, no solo durante los días de celebración oficial.
El costo de participar en el carnaval puede ser elevado, pero para esta devota seguidora, ningún precio es demasiado alto. Los disfraces que crea o adquiere representan una inversión significativa tanto en términos económicos como emocionales. En algunas ocasiones, el monto gastado puede equivaler al valor de un automóvil nuevo. Sin embargo, esta inversión es considerada un gesto de amor hacia su mayor pasión.
En 2020, compartió que uno de sus trajes había requerido un desembolso comparable al precio de un automóvil compacto. Esta cifra podría parecer exorbitante para muchos, pero para ella, representa mucho más que un simple objeto material. El disfraz se convierte en una extensión de su identidad y una expresión tangible de su dedicación al carnaval. Este nivel de compromiso financiero demuestra la profundidad de su pasión y cómo el carnaval ha penetrado en cada rincón de su vida.