En un evento memorable, Helô Pinheiro, quien inspiró la famosa canción "La Chica de Ipanema", recibió un homenaje en el Bar Jobim de São Paulo. Durante la ceremonia, dejó una huella permanente al grabar las marcas de sus manos en la acera del lugar. Este acto simbólico estuvo acompañado por un desfile de moda curado por Mariele Horbach, socia del establecimiento, que presentó una colección con aproximadamente veinte modelos.

El 28 de octubre fue un día especial para los amantes de la cultura brasileña. En pleno corazón de São Paulo, el Bar Jobim celebró una tarde inolvidable en honor a Helô Pinheiro. Esta icónica figura se convirtió en musa eterna cuando fue inmortalizada en la mítica canción que lleva su nombre. Ahora, décadas después, la mujer que inspiró este clásico vio cómo sus manos quedaban plasmadas en la acera del bar, creando un monumento duradero a su legado.

El evento también incluyó un desfile de moda organizado por la chef y socia del Bar Jobim, Mariele Horbach. La pasarela presentó piezas de Elian Gallardo, destacando la elegancia y sofisticación que caracteriza a la moda brasileña. Los asistentes pudieron disfrutar de un espectáculo visual que combinaba arte, música y moda en un solo escenario. El desfile tuvo lugar en la misma acera donde Helô dejó sus huellas, creando un vínculo entre pasado y presente.

Este tributo no solo honró a Helô Pinheiro, sino que también celebró el espíritu creativo de Brasil. Al fusionar elementos de la historia musical del país con la moda contemporánea, el evento en el Bar Jobim demostró cómo el arte puede trascender el tiempo. Las huellas dactilares de Helô en la acera serán un recordatorio constante de su papel en la cultura popular brasileña, mientras que el desfile ofreció un vistazo al futuro del diseño nacional.