La actriz compartió sus pensamientos sobre la importancia del reconocimiento y el feedback en su carrera. Expresó que, aunque generalmente se espera que los discursos estén bien preparados, decidió escribir este personalmente para darle un toque más auténtico. Enfatizó la valiosa lección de aceptar tanto los comentarios positivos como los negativos con gratitud y humildad. Reconoció que las críticas constructivas pueden ser una herramienta esencial para el crecimiento personal y profesional.

Destacó cómo las observaciones de los demás, incluso las más inesperadas, pueden tener un impacto significativo en su interpretación y en su desarrollo como artista. Comentó que cada opinión, ya sea halagadora o desafiante, contribuye a su evolución y a entender mejor su trabajo. Con un espíritu abierto y receptivo, afirmó que escucharía atentamente todas las voces presentes, dispuesta a aprender y mejorar continuamente.

Aceptar las críticas con gratitud fortalece nuestra capacidad de crecimiento. Este discurso refleja no solo el aprecio por los logros obtenidos, sino también la disposición a escuchar y avanzar, lo cual es fundamental para cualquier persona comprometida con su desarrollo constante.