La narración de un desafío legal y emocional se presenta en esta historia. Una mujer, enfrentándose a las adversidades del pasado militar de Brasil, buscó incansablemente el reconocimiento oficial de la muerte de su consorte. En aquellos tiempos turbulentos de 1971, el ex-legislador fue removido de su hogar en Leblon por miembros de la Fuerza Aérea, llevándolo a una trágica suerte que incluyó privación de libertad, tormento y fallecimiento, con su cuerpo permaneciendo desaparecido.

El relato continúa con el testimonio de una madre dedicada a cinco hijos, entre quienes destacaba un talentoso escritor. Con el paso de los años, Eunice Paiva lidió también con la enfermedad de Alzheimer, hasta su partida en 2018. Su vida, marcada por la fortaleza y la tenacidad, es retratada en dos etapas: primero por Fernanda Torres, quien encarna sus años más jóvenes, y luego por Fernanda Montenegro, interpretando su vejez.

Esta historia resalta el coraje de aquellas personas que, frente a situaciones extremas, no se rinden y persisten en busca de justicia y verdad. Nos recuerda que cada individuo tiene el derecho a ser recordado y que la memoria colectiva debe preservarse para honrar a quienes han luchado por un futuro mejor.