En el panorama cambiante de las inversiones, los expertos financieros anticipan que los fondos cotizados en bolsa (ETFs) superarán a los fondos mutuos en preferencia y volumen de inversión para 2026. Este giro hacia los ETFs refleja una tendencia creciente entre los inversores, impulsada por la facilidad y eficiencia de estos vehículos financieros. Los asesores confían cada vez más en la información proporcionada por sus mayoristas para evaluar la competitividad de los productos, lo cual se ha vuelto crucial en este nuevo escenario. Además, casi la mitad de los asesores considera invaluable la orientación ofrecida por los especialistas en productos y gestores de carteras.

El ascenso meteórico de los ETFs se debe principalmente a su adopción en canales como las casas de corretaje y asesorías independientes, que representan más del 50% de los activos minoristas invertidos en estos fondos. Esta preferencia ha llevado a un cambio significativo en cómo los asesores financieros gestionan las inversiones de sus clientes. A medida que los ETFs ganan popularidad, los profesionales buscan apoyo y conocimientos adicionales de sus mayoristas, ya sea directamente o a través de sus oficinas centrales. Esta colaboración es vital para mantenerse al día con las innovaciones del mercado y brindar asesoramiento efectivo a los clientes.

Los asesores valoran especialmente el material educativo y de marketing aprobado por los gestores de activos, que les permite entender mejor los ETFs y comunicar eficazmente sus beneficios a los inversores. Daniil Shapiro, director de Cerulli, resalta que los mayoristas pueden establecer relaciones duraderas con los asesores al convertirse en fuentes confiables de experiencia y conocimiento. Para mantener este momentum, Shapiro sugiere que los gestores deben invertir en especialistas en ETFs capaces de proporcionar la experiencia y el soporte que los asesores necesitan.

A medida que los asesores se sienten más cómodos con los ETFs y su aplicación en diversas clases de activos, aumenta su disposición a asignar mayores proporciones de portafolios a estos instrumentos. Esto no solo refuerza la posición de los ETFs en el mercado, sino que también abre nuevas oportunidades para los gestores de activos. Estos últimos tienen un papel crucial en la educación continua de los asesores sobre cómo aprovechar al máximo los ETFs en estrategias de inversión innovadoras. El futuro parece brillante para los ETFs, respaldados por la creciente confianza y comprensión de los profesionales del sector financiero.