El espíritu indomable del equipo español ha brillado durante la edición 2025 del Dakar. Desde el inicio, Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno demostraron una actitud resiliente que los llevó a superar adversidades y convertirse en un pilar fundamental para su equipo. Pese a no ser favoritos, su papel como salvavidas de Dacia ha sido crucial. La adaptación al equipo oficial les ha permitido valorar cada detalle del trabajo realizado. Para ellos, formar parte de este grupo es como cumplir un sueño infantil, equiparándolo a jugar junto a estrellas del deporte.
La dinámica de la carrera cambió rápidamente, transformando sus roles dentro del equipo. Inicialmente realistas sobre sus posibilidades, Cristina y Pablo se convirtieron en guardianes de otros pilotos destacados. Su labor detrás de escena ha sido incansable, colaborando con ingenieros y mecánicos para mejorar continuamente. Esta dedicación refleja su compromiso con el automovilismo y desmiente cualquier prejuicio basado en género. Cristina enfatiza que el acceso a un equipo oficial es igual de desafiante para todos, mientras Pablo rechaza cualquier mentalidad anticuada que subestime a los pilotos por su sexo.
El Dakar tiene el poder de cautivar a quienes lo enfrentan. A pesar de los desafíos, Cristina y Pablo encuentran satisfacción en su participación. Han experimentado desde condiciones precarias hasta vehículos de última generación, siempre buscando mejorar. Su experiencia con Dacia, aunque no fue como esperaban, los mantiene firmes en Arabia, apoyando a figuras legendarias como Nasser Al Attiyah. Este viaje demuestra que el verdadero valor radica en la perseverancia y el trabajo en equipo, cualidades que han hecho de Cristina y Pablo verdaderos héroes en esta competencia.