En la sociedad actual, la menstruación sigue siendo un tema rodeado de mitos y tabúes. Un reciente estudio publicado en BMC Women’s Health en 2023 reveló que más de la mitad de las mujeres españolas no supieron cómo manejar su primera menstruación. Este informe, realizado por investigadores del CSIC y la UPV, destaca la necesidad de mejorar la educación menstrual en el país. Las emociones más comunes asociadas a la menarquía incluyen vergüenza, preocupación, miedo y estrés. A pesar de los avances en la comprensión del ciclo menstrual, aún persisten falsas creencias y falta de información, lo que afecta tanto a niñas como a niños.
En un contexto donde la menstruación es vista como un fenómeno natural pero mal comprendido, la investigación realizada en 2023 subraya la deficiencia en la educación menstrual en España. Más de la mitad de las encuestadas admitieron sentirse desorientadas durante su primera regla. Las emociones predominantes fueron la vergüenza y el miedo, lo que refleja una falta de preparación y conocimiento previo. Los expertos coinciden en que la clave está en proporcionar información de calidad desde edades tempranas, tanto a niñas como a niños, para normalizar este proceso biológico.
María Noche, educadora menstrual, enfatiza la importancia de abordar la menstruación como un signo vital único en cada persona. La educación debe ser integral y adaptarse a diferentes situaciones, incluyendo a menores con discapacidades o condiciones especiales. Además, se recomienda que los padres jueguen un papel activo en esta formación, promoviendo conversaciones abiertas y continuas sobre el tema. En cuanto a productos menstruales, se sugiere que las bragas menstruales y las compresas de algodón sean opciones adecuadas para preadolescentes.
Los cambios hormonales y fisiológicos durante el ciclo menstrual pueden influir en las emociones y el estado de ánimo. Es importante entender que estos cambios son normales y que no hay razones para sentir vergüenza o miedo. Con el tiempo, el ciclo evoluciona y puede verse afectado por factores internos y externos, como embarazos o alteraciones en la alimentación. Por ello, es crucial que la educación menstrual forme parte del currículo escolar, asegurando que todas las personas tengan acceso a información precisa y relevante.
Desde el punto de vista de un periodista, esta investigación resalta la urgente necesidad de abordar los vacíos en la educación menstrual en España. Normalizar la menstruación y proporcionar información clara y accesible son pasos cruciales para superar los tabúes y falsas creencias. La colaboración entre familias, escuelas y profesionales de la salud es fundamental para garantizar que las futuras generaciones estén mejor preparadas para enfrentar este aspecto de su desarrollo biológico. Además, la inclusión de la educación menstrual en el sistema educativo sería un paso significativo hacia una sociedad más informada y empática.