El equipo DS Penske, representado por Jean-Éric Vergne y Max Günther, enfrenta desafíos significativos en las primeras carreras de la temporada. A pesar de los obstáculos, ambos pilotos mantienen una actitud positiva y confían en el potencial del nuevo monoplaza Gen3 Evo. Las dificultades surgidas debido a interrupciones inesperadas y el Modo Ataque han afectado sus resultados, pero también han resaltado áreas para mejoras en las reglas del campeonato. Aun así, la introducción del nuevo vehículo ha sido bien recibida por su mejora en rendimiento y capacidad para aumentar el espectáculo.
Jean-Éric Vergne y Max Günther han experimentado momentos complicados en las primeras competencias, con situaciones imprevistas que han impactado negativamente sus posiciones. El Safety Car, en particular, ha intervenido en momentos críticos cuando los pilotos activaban el Modo Ataque, lo que les impide aprovechar esta función crucial. Esta situación ha llevado a pérdidas considerables de tiempo y posición en la parrilla. Sin embargo, ambos compiten con la mentalidad de aceptar la incertidumbre inherente a la Fórmula E, reconociendo que este factor forma parte integral del deporte.
Vergne ha expresado su preocupación acerca de cómo estas interrupciones pueden alterar drásticamente el resultado de una carrera. En entrevistas recientes, ha destacado la importancia de revisar las reglas para mitigar estos efectos aleatorios. “Espero ver cambios que hagan el juego más equitativo”, menciona, enfatizando que la competencia debería basarse más en habilidades y estrategia que en suerte. Además, el Modo Ataque se ha vuelto un elemento esencial en la nueva generación de vehículos, capaz de proporcionar ventajas significativas en términos de velocidad y maniobrabilidad. La tracción total del Gen3 Evo ha transformado este modo de algo marginal a un factor determinante en las carreras.
A pesar de los desafíos iniciales, tanto Vergne como Günther muestran optimismo hacia el futuro. Han notado una mejora notable en el rendimiento del nuevo monoplaza, especialmente en términos de aceleración y manejo. Este avance tecnológico no solo ha permitido mayor velocidad sino también un aumento en las oportunidades de adelantamiento, añadiendo emoción a las carreras. Los pilotos coinciden en que la transición al Gen3 Evo marca un paso importante hacia el desarrollo continuo del campeonato.
El equipo DS Penske ha realizado inversiones sustanciales en recursos humanos y técnicos para fortalecer su competitividad. Estos esfuerzos incluyen la incorporación de nuevos ingenieros y la colaboración estrecha entre los miembros del equipo. Aunque reconocen que aún queda trabajo por hacer, Vergne y Günther están convencidos de que su dedicación y preparación les llevarán a lograr resultados exitosos. La presión es alta, pero la determinación del equipo es igualmente fuerte. “Cuando todos trabajamos juntos al máximo, solo hay un resultado aceptable: la victoria”, afirma Vergne, reflejando la ambición compartida del equipo. Günther también expresa confianza en las capacidades del equipo, señalando que ya han demostrado ser competitivos en las primeras carreras y esperan seguir mejorando conforme avanza la temporada.