En la Ciudad de México, los analistas privados han revisado a la baja sus pronósticos sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el año próximo. Según la Encuesta de Expectativas realizada por Citi México, se espera que el PIB aumente solo un 1.5%, frente al 1.6% previsto inicialmente. Sin embargo, las estimaciones para los años siguientes permanecen inalteradas. Este cambio ocurre en medio de tensiones comerciales con Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump anunció nuevos aranceles a las importaciones mexicanas y canadienses.
En un ambiente económico marcado por incertidumbre, varios grupos de análisis financieros, incluyendo bancos y casas de bolsa, han realizado nuevas evaluaciones sobre el futuro económico de México. Estos expertos ahora predicen un crecimiento más modesto del PIB para 2024, situándolo en un 1.5%. La proyección más optimista es del 1.7%, mientras que la más pesimista apunta a un crecimiento del 1.2%. Los analistas también anticipan cambios en la política monetaria, esperando una reducción en la tasa de interés de referencia del Banco de México.
Además, se mantiene la expectativa de inflación general para 2025 en un 3.91%, mientras que la inflación subyacente se estima en un 3.68%. Respecto al tipo de cambio, se espera que el peso mexicano termine el año 2025 cotizando a 20.95 unidades por dólar, y en 2026 a 21.49 pesos por dólar.
Desde la perspectiva de un reportero, este ajuste en las proyecciones económicas refleja la complejidad y fragilidad de la economía global. En un mundo cada vez más interconectado, las decisiones políticas en uno país pueden tener efectos significativos en otros. Este escenario nos recuerda la importancia de mantener una economía diversificada y resiliente, capaz de adaptarse a los cambios rápidos y a veces impredecibles del entorno internacional.