La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, desmintió con bases científicas las acusaciones presentadas por The New York Times sobre la producción de fentanilo en el país. La nota publicada carece de credibilidad debido a la imposibilidad técnica de fabricar esta droga en las condiciones descritas. Además, el gobierno implementa estrategias para combatir el tráfico y consumo de drogas, incluyendo campañas preventivas y colaboración interinstitucional.
Sheinbaum enfatizó que la información proporcionada no tiene respaldo científico y explicó los esfuerzos del gobierno para prevenir la propagación de sustancias peligrosas. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios ha realizado numerosas visitas de verificación y sanciones a establecimientos relacionados con estupefacientes. Expertos también señalaron que la producción de fentanilo requiere un laboratorio especializado y equipos de protección personal adecuados.
La administración mexicana ha rechazado firmemente las afirmaciones infundadas sobre la fabricación de fentanilo en el país. Los expertos han destacado que la descripción de las condiciones de producción en el artículo no coincide con los requisitos técnicos necesarios para sintetizar esta droga altamente tóxica. Esta postura se basa en pruebas científicas y análisis detallados realizados por autoridades competentes.
La Presidenta explicó que una de las inconsistencias notables en el informe es la supuesta generación de tolerancia al fentanilo, lo cual es científicamente improbable. Si existiera tal tolerancia, no se registrarían las elevadas tasas de mortalidad asociadas a esta droga en Estados Unidos. Además, se subrayó que la síntesis de fentanilo exige un entorno controlado y equipamiento especializado para evitar exposiciones letales a sus componentes químicos. Las conclusiones de los analistas confirman que las condiciones mencionadas en el artículo son incompatibles con la producción real de esta sustancia.
México está tomando medidas concretas para abordar el problema del tráfico y consumo de drogas. El gobierno ha diseñado estrategias integrales que incluyen colaboración entre diversas instituciones y la implementación de campañas educativas para prevenir el uso de sustancias nocivas. Estas acciones buscan proteger la salud pública y reducir la incidencia de delitos relacionados con estupefacientes.
Entre las iniciativas más significativas se encuentra la creación del Sistema Integral de Sustancias (SISUS), que busca mejorar el control en todas las etapas del proceso de drogas, desde su producción hasta su venta. Durante los últimos años, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios ha intensificado sus operaciones de inspección, resultando en la suspensión y clausura de numerosos establecimientos sospechosos de actividades ilegales. Además, se ha incrementado la coordinación con la Secretaría de Marina para fortalecer las medidas de seguridad y garantizar que las instalaciones cumplan con los estándares exigidos. Estas acciones demuestran el compromiso del gobierno mexicano en la lucha contra el tráfico de drogas y en la promoción de políticas públicas efectivas.