En un emotivo regreso a sus raíces, la celebridad colombiana ofreció un espectáculo memorable en el Estadio Roberto Meléndez. El evento se llevó a cabo en su ciudad natal, Barranquilla, y contó con la participación de miles de jóvenes beneficiarios de una organización benéfica que ella misma creó hace varias décadas. Este concierto no solo fue una demostración de talento musical, sino también un acto de generosidad hacia los más necesitados.

La artista decidió rendir homenaje a su lugar de origen mediante un encuentro único. Durante el show, la cantante compartió el escenario con cerca de cuatro mil menores pertenecientes a la Fundación Pies Descalzos, entidad que fundó para promover el desarrollo educativo y social de niños en situaciones vulnerables. Esta iniciativa ha sido su pasión durante casi tres décadas, reflejando su compromiso constante con causas sociales importantes.

El estadio vibró con la energía de la presentación, que tuvo lugar el jueves por la noche. Los asistentes pudieron apreciar no solo las melodías conocidas de la intérprete, sino también ver cómo utiliza su plataforma para dar visibilidad a proyectos significativos. La elección del lugar y la fecha no fue casual; representa un hito personal y profesional para la cantante.

Este concierto especial subraya la conexión profunda que mantiene Shakira con su comunidad de origen. A través de este gesto, la estrella demuestra que, pese a su éxito internacional, nunca olvida sus orígenes ni deja de lado sus responsabilidades como figura pública comprometida con el bienestar social. Además, sirve como recordatorio del impacto positivo que pueden tener las figuras influyentes cuando aplican sus recursos al servicio de otros.