Cada año, el Carnaval se convierte en un lienzo donde las emociones y tradiciones cobran vida. Para una destacada figura nacida en el barrio que la vio crecer, este festival representa mucho más que una celebración; es un testimonio de amor y dedicación. Participar activamente durante dos décadas en su querida escuela de samba ha sido una experiencia llena de orgullo y admiración por todos los que hacen posible esta festividad única.

Iniciar una nueva etapa con otra prestigiosa escuela de samba es tanto un honor como un sueño hecho realidad. Esta transición no solo simboliza un paso adelante profesionalmente, sino también una conexión profunda con una institución que comparte la misma pasión e intensidad. La oportunidad de contribuir al Carnaval de Río, reconocido como uno de los eventos culturales más importantes del país, refuerza el compromiso de seguir preservando y enriqueciendo esta herencia cultural tan valiosa.

El Carnaval trasciende ser simplemente una celebración; es un puente entre generaciones y una forma de honrar nuestras raíces. Cada desfile, cada canción y cada baile son expresiones vivas de nuestra historia y cultura. Este intercambio de experiencias y emociones enriquece no solo a quienes participan directamente, sino también a toda la comunidad, fomentando un espíritu de unidad y aprecio mutuo.