El reconocido intérprete, con más de setenta años dedicados al oficio, resalta la importancia de diversificar las fuentes de ingresos. En el mundo actual, los profesionales de la actuación enfrentan desafíos únicos que requieren adaptabilidad y emprendimiento. Sin estas habilidades complementarias, sostiene, es difícil mantener una carrera estable en un sector caracterizado por su inestabilidad laboral.
Destaca que los contratos en este ámbito suelen ser temporales y específicos para cada proyecto, lo cual dificulta el mantenimiento de un flujo constante de recursos. Los actores más talentosos, señala, pueden encontrarse trabajando bajo acuerdos aún más limitados. Es fundamental, por lo tanto, no permitir que se subvalúe su contribución artística y profesional.
Para prosperar en este campo, es esencial que los artistas adopten una mentalidad empresarial. Al hacerlo, pueden crear oportunidades adicionales que complementen sus carreras y aseguren su desarrollo sostenible. Este enfoque no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece la industria en su conjunto, promoviendo un entorno donde el valor del trabajo artístico sea plenamente reconocido y recompensado.