En una publicación sincera y apasionada, una profesional del cuidado animal expresó su profunda preocupación por la persistencia del racismo en la sociedad. Utilizando un contexto deportivo como punto de partida, esta mujer destacó la importancia de juzgar las acciones y habilidades en lugar de características físicas o rasgos étnicos. Enfatizó que se debe promover el amor propio y la aceptación personal antes de criticar a los demás. Además, declaró su compromiso firme e inquebrantable para combatir cualquier forma de discriminación racial siempre que tenga la oportunidad.
La veterinaria usó un escenario deportivo para ilustrar cómo la sociedad tiende a evaluar injustamente a las personas basándose en aspectos superficiales. Expresó su frustración ante la tendencia de juzgar a las jugadoras no por su desempeño, sino por sus características físicas o raza. Esta analogía permitió transmitir de manera efectiva su mensaje sobre la necesidad de valorar las habilidades y logros más allá de las apariencias externas.
Al hacer referencia al mundo deportivo, la autora resaltó la importancia de centrarse en el juego y el talento individual, en lugar de prestar atención a factores irrelevantes como la apariencia física o el color de piel. Subrayó que este tipo de juicios superficiales no solo son injustos, sino que también reflejan una falta de autoaceptación y amor propio en quienes los emiten. Su llamado fue a mirarse en el espejo y cultivar un mayor respeto hacia uno mismo antes de criticar a otros.
La profesional del cuidado animal reafirmó su dedicación a luchar contra todas las formas de racismo y discriminación racial. Expresó que considera este combate como una responsabilidad personal y colectiva, independientemente de si otros lo ven como válido o no. Destacó que siente profundamente la aflicción causada por el racismo, ya que afecta tanto a ella como a su comunidad.
Con palabras contundentes, la autora enfatizó que percibe el racismo como un delito grave que requiere acción constante y decidida. Afirmó que cada vez que tenga la posibilidad de denunciar o repudiar actos racistas, lo hará sin dudarlo. Este compromiso va más allá de una simple declaración; representa una determinación firme para contribuir activamente a la erradicación de esta problemática social. La autora concluyó instando a todos a reconocer y abordar el dolor que causa el racismo, reconociendo que es un asunto que atañe a toda la sociedad.