En un evento significativo ocurrido hace dos décadas, una destacada figura femenina regresó a la pista para participar en un desfile especial. Este acontecimiento no solo celebraba un hito importante de una reconocida institución cultural, sino que también sirvió como plataforma para abordar temas sociales críticos. La ex-reina del carnaval utilizó esta oportunidad para llamar la atención sobre una problemática que afecta a muchas mujeres, convirtiendo su participación en un acto simbólico y conmovedor.

La ocasión tuvo lugar durante las festividades del centenario de una famosa escuela de samba en 2003. En ese momento, Bianca Monteiro se encontraba entre varias ex-reinas que acompañaron a la actual portadora del título. Sin embargo, este regreso al escenario no fue simplemente una reunión nostálgica. Monteiro aprovechó la visibilidad del evento para transmitir un mensaje poderoso relacionado con la seguridad de las mujeres. Ella decidió utilizar su última aparición en el desfile para promover una iniciativa contra la violencia hacia las mujeres.

El gesto elegido por Monteiro fue simple pero impactante. Durante el desfile, ella y otras mujeres presentes marcaron sus manos con una señal roja, un símbolo que representa una campaña internacional contra el feminicidio. Esta acción buscaba sensibilizar al público sobre los riesgos que enfrentan muchas mujeres y proporcionar una forma silenciosa pero efectiva de pedir ayuda cuando sea necesario. El X rojo en la mano se convirtió así en un llamado a la acción y un recordatorio constante de la importancia de proteger a las mujeres.

Este desfile marcó un punto de inflexión en la carrera de Monteiro, quien desde entonces ha continuado utilizando su voz para abogar por causas importantes. Su último desfile en la Portela dejó un legado duradero, combinando tradición y conciencia social. Al mismo tiempo, resaltó cómo los eventos culturales pueden servir como plataformas para discutir temas relevantes y urgentes. La imagen de aquellas mujeres con la marca roja en sus manos sigue siendo un recordatorio poderoso de la lucha continua por la igualdad y la justicia.