El gobierno brasileño ha establecido un ultimátum a Meta para que detalle sus políticas de verificación de contenido y garantice la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos en el país. La medida surge en medio de crecientes preocupaciones sobre la desinformación y los cambios en las prácticas de fact-checking.

Garantizando la Veracidad y Seguridad en Línea: El Compromiso de Brasil con la Libertad Responsable

El Ultimátum de 72 Horas a Meta

El pasado viernes, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva impuso un plazo de 72 horas a Meta para que explique sus políticas de verificación de contenido en Brasil. Esta exigencia se produce en un contexto de falta de transparencia por parte de la empresa tecnológica, lo que ha generado una profunda inquietud entre las autoridades del país más poblado de Latinoamérica. Jorge Messias, encargado de la defensa legal del Estado, destacó que el gobierno necesita claridad sobre cómo Meta planea proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos en sus plataformas digitales.La decisión de Meta de cesar su programa de fact-checking en Estados Unidos ha tenido resonancia global, incluyendo en Brasil, donde las autoridades luchan contra la desinformación en línea. Este cambio radical en las políticas de verificación de contenido ha llevado a que la fiscalía brasileña también fije un plazo de 30 días para que Meta informe si implementará modificaciones similares en Brasil. La oficina presidencial reveló que la sorprendente decisión de Meta fue tema central en una llamada telefónica entre Lula y el presidente francés Emmanuel Macron, quienes coincidieron en que la libertad de expresión no debe ser sinónimo de difusión de mentiras, prejuicios y ofensas.

Preocupaciones sobre la Desinformación y Derechos Humanos

Las autoridades brasileñas han expresado su enorme preocupación ante la posibilidad de que Meta actúe como una “veleta” cambiando constantemente sus políticas según las circunstancias. En particular, interrogan qué medidas se tomarán para prevenir problemas graves como violencia de género, maltrato infantil, racismo, homofobia y otros discursos de odio. Estos temas son cruciales para la promoción y protección de los derechos humanos, y cualquier debilitamiento en la capacidad de combatirlos podría tener consecuencias devastadoras para la sociedad.La información falsa y la desinformación no solo debilitan la confianza en las instituciones democráticas, sino que también perjudican la participación efectiva de los ciudadanos en asuntos públicos. Esto es especialmente relevante en un país como Brasil, donde la desinformación ha sido un problema recurrente en debates políticos y sociales. Además, las nuevas directrices publicadas por Meta permiten asociar a personas de la comunidad LGBTI con “trastornos mentales” y defienden limitaciones profesionales basadas en género, lo cual genera aún más alarma entre los activistas y defensores de los derechos humanos.

Transparencia y Diversidad en las Nuevas Políticas de Verificación

Brasil exige saber el nivel de transparencia y diversidad que se implementará en el nuevo programa de verificaciones hechas por los propios usuarios anunciado por Zuckerberg. Este modelo sigue el ejemplo de las notas comunitarias de X, pero plantea dudas sobre su efectividad y equidad. El gobierno brasileño ha dejado claro que no permitirá que estas redes se conviertan en un escenario de “barbarie digital”, donde prevalezcan los discursos de odio y la desinformación sin control.Para asegurar que las empresas tecnológicas respeten la legislación y la jurisdicción brasileñas, el gobierno ha tomado medidas firmes. Después de una reunión con su gabinete para evaluar las implicaciones en Brasil, Lula reafirmó que todas las empresas que operan en el país deben cumplir con las leyes locales. Este compromiso se refleja en acciones recientes, como el bloqueo de la red X durante 40 días por desobedecer órdenes judiciales relacionadas con el combate a la desinformación. El juez Alexandre de Moraes advirtió que las redes sociales solo continuarán funcionando si respetan la legislación brasileña, independientemente de las bravuconadas de dirigentes irresponsables de las Big Techs.

Compromiso con la Verdad y la Participación Ciudadana

El compromiso del gobierno brasileño con la veracidad y la seguridad en línea no se limita solo a las políticas de Meta. Recientemente, Lula se sumó a una campaña para ayudar a pagar una deuda millonaria del club de fútbol Corinthians, del que es hincha, a través de un sistema de micropagos electrónicos instantáneos. Esta acción buscaba desvirtuar una “mentira” divulgada en redes, según la cual su gobierno pretendía gravar esa herramienta financiera muy utilizada por los brasileños. Esta iniciativa demuestra el compromiso del gobierno con la transparencia y la participación ciudadana, valores esenciales en la era digital.En conclusión, Brasil está tomando medidas contundentes para garantizar que las plataformas digitales operen dentro del marco legal y respeten los derechos fundamentales de los ciudadanos. La lucha contra la desinformación y la promoción de la verdad son pilares fundamentales en este proceso, y el gobierno no dudará en actuar para proteger estos valores.