En la edición 47ª del Rally Dakar, que se celebrará del 3 al 17 de enero, dos pilotos españoles afrontan este desafío con metas distintas pero un objetivo común: sobrevivir hasta el final. Lorenzo Santolino y Javi Vega compiten bajo condiciones únicas, enfrentándose a una carrera diseñada para poner a prueba sus habilidades y resistencia. Este año, los organizadores han introducido cambios significativos que prometen hacer de esta edición una de las más exigentes.
En el corazón del desierto, durante un período de dos semanas, los competidores se enfrentarán a retos sin precedentes. Para Javi Vega, quien participa en la categoría Original by Motul (sin asistencia), esta edición será especialmente intensa. Con menos tramos de enlace y más especiales concentradas, los corredores enfrentarán jornadas extenuantes, incluyendo dos días maratón y sesiones de 48 horas continuas. Vega reconoce que estas modificaciones harán de la primera semana un punto decisivo en la carrera.
Por su parte, Lorenzo Santolino, piloto de Sherco, tiene objetivos diferentes. Aunque admite que ganar etapas es posible, su estrategia se centra en lograr un resultado general dentro del top-5. El salmantino enfatiza la importancia de mantener la regularidad y evitar riesgos innecesarios para no perder demasiado tiempo cada día. Sin embargo, no descarta la posibilidad de intentar ganar alguna etapa si las circunstancias lo permiten.
Un elemento nuevo en esta edición es la introducción de tablets digitales para reemplazar los tradicionales roadbooks de papel. Esta innovación ha mejorado la visibilidad y proporciona más información en tiempo real, aunque requirió ajustes en la configuración de las motos, como en el caso de Sherco, que adaptó su sistema de navegación.
Para Vega, quien cambiará de montura en 2025, el desafío de competir sin asistencia mantiene viva la esencia del Dakar. A pesar de las dificultades, está decidido a probar la fiabilidad de su nueva moto china y a cumplir con los objetivos de su equipo, que aspira a ganar una categoría.
El Rally Dakar no solo es una competencia de velocidad y resistencia; es también un testimonio de la fortaleza humana y la capacidad de superación. Los desafíos que enfrentan Santolino y Vega reflejan la determinación y el espíritu indomable de los atletas que se aventuran en terrenos inhóspitos. Esta edición del Dakar nos recuerda que, independientemente de los obstáculos, siempre existe la posibilidad de superarse y alcanzar nuevas alturas. La verdadera victoria radica en la perseverancia y en la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes, tanto en la vida como en la competición.