El equipo de Borgo Panigale se encuentra en un momento crucial mientras se acerca la temporada de MotoGP. La inminente implementación de nuevas regulaciones a partir de 2027 ha influido significativamente en las estrategias de desarrollo para los próximos años. A pesar de que la moto actual ha demostrado ser excepcionalmente competitiva, con múltiples victorias en el último campeonato, la fábrica italiana enfrenta ahora la difícil tarea de elegir entre mantener el motor probado o apostar por uno nuevo.
Las pruebas realizadas en Malasia han sido cruciales para evaluar las opciones disponibles. Los pilotos oficiales han expresado su satisfacción con el rendimiento general de la motocicleta, pero aún existen dudas sobre el nuevo propulsor. En Tailandia, durante las dos últimas jornadas de ensayos, se definirá el camino a seguir. Pecco Bagnaia, uno de los pilotos clave, ha destacado que aunque se ha logrado mejorar la entrega de potencia, es necesario realizar más pruebas para evaluar completamente su efectividad en condiciones reales de carrera.
Ducati se enfrenta a una decisión estratégica importante. Mantener el motor del año anterior, que ha demostrado ser exitoso, podría ser la opción más segura. Sin embargo, la innovación siempre trae consigo la posibilidad de obtener ventajas competitivas. Independientemente de la elección final, lo que queda claro es que tanto los ingenieros como los pilotos están comprometidos con el objetivo común de alcanzar el éxito en la pista. Este espíritu de superación y adaptación refleja los valores fundamentales del deporte motor y subraya la importancia de la experiencia y la confianza mutua dentro del equipo.