La pretemporada de MotoGP ha dejado a los pilotos de KTM con distintos grados de satisfacción. A pesar de ser el mejor representante del equipo, Pedro Acosta expresó su insatisfacción, mientras que Enea Bastianini fue el más crítico. Maverick Viñales, por su parte, mostró una actitud filosófica ante el proceso de adaptación a la RC16. Este prototipo requiere tiempo para alcanzar su mejor versión, pero Viñales ya ha identificado aspectos clave para mejorar su rendimiento. El español cerró la pretemporada con un avance significativo, especialmente en la frenada, aunque reconoce que aún necesita comprender más profundamente la moto.
Los desafíos iniciales enfrentados por los pilotos de KTM durante la pretemporada han sido variados. Mientras algunos mostraron insatisfacción abierta, otros adoptaron una postura reflexiva. Pedro Acosta, pese a liderar al equipo, no ocultó su exigencia hacia la marca austriaca. Enea Bastianini fue aún más explícito en sus críticas, evidenciando que las pruebas revelaron áreas de mejora. En contraste, Maverick Viñales optó por una perspectiva más diplomática, reconociendo que el proceso de adaptación es complejo y que requiere paciencia y dedicación.
La diferencia en las reacciones de los pilotos refleja la diversidad de experiencias individuales con la RC16. Acosta, como el mejor representante del equipo, esperaba un desempeño superior, lo que llevó a su insistencia en mejorar. Bastianini, conocido por su franqueza, no dudó en señalar los puntos débiles del prototipo. Viñales, por su parte, enfocó su atención en entender cómo la moto funciona, especialmente en aspectos como la frenada, que se considera crucial para el rendimiento general. Su enfoque metódico y paciente destaca en este escenario, ya que reconoce que cada vuelta es un paso hacia la comprensión total de la montura.
Maverick Viñales cerró la pretemporada con una posición más alentadora que cuando comenzó. Aunque aún no ha alcanzado su máximo potencial, ha logrado importantes avances, especialmente en la frenada. Esto ha permitido mejorar su posición en las pruebas, pasando del desconcierto inicial a un mayor confort con la moto. Viñales comprende que cada prueba es un paso hacia la perfección, y aunque reconoce que falta camino por recorrer, está satisfecho con el progreso realizado.
El español ha identificado claramente qué aspectos necesita afinar para maximizar el rendimiento de la RC16. La frenada, que es uno de los puntos más fuertes de la moto, sigue siendo un área crítica. Tras fortalecer este aspecto, Viñales notó una mejora significativa en su desempeño, acercándose a los tiempos de los líderes. Sin embargo, sabe que aún debe aprender más sobre cómo la moto responde en diferentes situaciones, especialmente en la entrada de las curvas. Esta etapa de aprendizaje es crucial, ya que Viñales aspira a convertirse en el primer piloto en ganar con cuatro marcas diferentes en MotoGP. A dos semanas del inicio del Mundial, su situación es mucho más prometedora que en el invierno, lo que le da confianza para encarar la nueva temporada con optimismo. Además, Viñales ha destacado que, aunque aún no es perfecto en una vuelta completa, su ritmo competitivo es alentador, lo que indica que está en el camino correcto hacia su objetivo.