La situación de inseguridad en México ha alcanzado niveles alarmantes, convirtiéndose en uno de los focos más críticos del mundo. Durante el sexenio presidencial reciente, se registraron cifras preocupantes que marcan un hito negativo en la historia moderna del país. Según datos oficiales, el número de homicidios dolosos superó las 200,000 víctimas y las desapariciones forzadas llegaron a 51,000 casos. Estas estadísticas reflejan una escalada sin precedentes en la violencia.
En el contexto internacional, México se posiciona como el territorio no en guerra más peligroso del planeta, según el Índice de Conflictos 2024 elaborado por ACLED. Este organismo destaca que en México se vive una "guerra civil de cárteles" con una violencia continua que incluye un aumento significativo de crímenes políticos durante el periodo electoral. La organización subraya que, a pesar del poder gubernamental, gran parte del territorio nacional está bajo el control de grupos del crimen organizado. Esta realidad coloca a México entre las naciones con situaciones extremadamente preocupantes.
Las tendencias globales en conflictos armados también han experimentado un incremento significativo. En los últimos cinco años, los eventos conflictivos casi se han duplicado a nivel mundial, pasando de 104,371 en 2020 a casi 200,000 en 2024. Este fenómeno se debe principalmente a la reanudación o inicio de grandes conflictos en países como Ucrania, Gaza y Myanmar. En este escenario, México se mantiene como uno de los epicentros de violencia más relevantes, lo que plantea serias dudas sobre el rumbo futuro del país. Sin embargo, es crucial recordar que cada ciudadano tiene el poder de influir en el cambio hacia un futuro más seguro y justo, promoviendo la paz y la justicia social.