En el vasto universo de la ciencia de datos, los profesionales encargados de generar información juegan un papel crucial. Estos expertos tienen la capacidad única de interpretar las necesidades y transformar datos primarios en insumos valiosos para otros perfiles especializados. Este artículo explora las habilidades esenciales y tareas principales que desempeñan estos científicos de datos en la fase de transformación, preparando el escenario para análisis posteriores.
Los generadores de información se destacan por su capacidad para entender las expectativas y convertir datos crudos en elementos útiles. Su labor implica seleccionar y procesar información relevante, eliminando lo superfluo para abordar problemas específicos. Además, poseen destrezas para sintetizar y consolidar datos, presentándolos de manera general a través de indicadores significativos.
Estos profesionales dominan técnicas avanzadas de limpieza y estandarización de datos, asegurando que la información esté libre de errores y sea coherente independientemente de su origen. Son capaces de identificar cruces adecuados entre variables, facilitando la creación de relaciones entre conjuntos de datos provenientes de diversas fuentes. También poseen conocimientos técnicos sobre codificación y estructuración de bases de datos, lo cual les permite automatizar procesos y crear nuevas variables que amplíen las opciones de resolución de problemas. Con experiencia, pueden prever necesidades futuras y anticiparse a preguntas aún no formuladas, preparando variables innovadoras.
La labor diaria de estos expertos incluye revisar y validar la calidad de los datos recibidos mediante técnicas estadísticas y exploratorias. Seleccionan cuidadosamente la información pertinente para resolver problemas específicos y estandarizan los datos provenientes de diferentes orígenes. Además, recodifican los datos para optimizar procesos de análisis y mejorar la eficiencia en la obtención de resultados.
Su papel también implica actuar como puente entre los creadores de datos y los analistas, facilitando la comunicación y colaboración entre ambos grupos. Conocen bien qué solicitar a los primeros y qué esperan los segundos, lo cual les permite generar productos de mayor calidad para los analistas. Esta interacción constante garantiza que los datos sean utilizados de manera óptima, maximizando su valor en cada etapa del proceso analítico.