En un reciente desarrollo, el gobierno de la Ciudad de México ha reafirmado su compromiso con la investigación del arresto y traslado del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos. La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, pidió a las autoridades estadounidenses mayor claridad sobre el papel de sus agencias en este caso. Este llamado resalta la necesidad de una relación más abierta y colaborativa entre los dos países en temas de seguridad. Además, se enfatizó la importancia de comprender cómo el tráfico de fentanilo, que tiene raíces en la producción de medicamentos opioides en Estados Unidos, afecta tanto a México como a su vecino del norte.
En el corazón de la Ciudad de México, durante una conferencia matutina celebrada el 26 de julio de 2024, la mandataria Claudia Sheinbaum expresó su preocupación por la falta de información completa sobre el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada en El Paso, Texas. Según informes, Zambada fue entregado por Joaquín Guzmán López, hijo del famoso capo del crimen Joaquín “El Chapo” Guzmán. Esta situación ha generado incertidumbre y demandas de transparencia.
Sheinbaum subrayó que la Fiscalía General de la República (FGR) ya está realizando investigaciones internas, pero es crucial entender mejor el papel de las agencias de seguridad estadounidenses. La jefa de gobierno también destacó la importancia de una cooperación más estrecha entre ambos países, no solo en términos de seguridad, sino también por razones humanitarias y de vecindad. En cuanto al problema del fentanilo, explicó que muchos precursores provienen del extranjero, aunque se sigue investigando si hay producción local. Además, hizo un llamado a los jóvenes mexicanos para que se mantengan alejados de esta droga letal.
Desde una perspectiva más amplia, Sheinbaum enfatizó que la crisis del fentanilo tiene su origen en la producción de medicamentos opioides en Estados Unidos, lo que ha alimentado la adicción y el tráfico en ambos países. A través de una miniserie presentada en sus conferencias matutinas, se busca sensibilizar sobre el papel de las farmacéuticas estadounidenses en esta crisis.
Finalmente, Sheinbaum reiteró el compromiso de su gobierno para trabajar con Estados Unidos en un marco de buena vecindad y por razones humanitarias, buscando soluciones conjuntas a estos problemas compartidos.
Este caso ilustra la compleja interacción entre las políticas de seguridad y las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos. La insistencia en la transparencia y la cooperación sugiere que ambos países deben encontrar formas de colaborar más eficazmente para enfrentar desafíos comunes, como el tráfico de drogas y la crisis de opioides. Además, la campaña de prevención contra el fentanilo destaca la importancia de proteger a las nuevas generaciones de los peligros de estas sustancias mortales.