Renée DiResta, una investigadora destacada de 43 años en la Universidad de Georgetown, ha dedicado su carrera a estudiar cómo las redes sociales son utilizadas para manipular y acosar. Su labor se extendió desde el Observatorio de Internet de Stanford hasta su actual posición, donde ha experimentado directamente el efecto de las teorías conspirativas y desinformación que intentan desacreditar su trabajo. En su libro "Dirigentes Invisibles", publicado en inglés en 2024, DiResta explora cómo individuos anónimos pueden influir en la opinión pública mediante la combinación de influencers, algoritmos y audiencias comprometidas.
DiResta enfrentó amenazas legales y campañas de desinformación como resultado de su investigación sobre la manipulación en redes sociales. Estos ataques no solo afectaron a ella sino también a instituciones académicas, lo que llevó a la disolución del Observatorio de Internet de Stanford. A pesar de estos obstáculos, DiResta continúa su lucha contra la desinformación, destacando la importancia de entender que este fenómeno no es simplemente un problema de hechos, sino más bien una cuestión de identidad y creencias.
La experiencia de DiResta ilustra cómo los defensores de la verdad pueden convertirse en objetivos de campañas propagandísticas. Ella misma fue objeto de demandas absurdas durante casi dos años, sin encontrar pruebas concretas contra ella. Este tipo de tácticas busca distraer y agotar financieramente a sus víctimas, algo que DiResta considera cada vez más común. Además, destaca la necesidad de proteger centros de investigación y la academia de ataques basados en fantasías políticas, ya que esto socava la capacidad de Estados Unidos para abordar problemas reales.
En su obra, DiResta prefiere el término propaganda frente a desinformación, argumentando que este último implica un problema de hechos, mientras que la propaganda se relaciona más con la identidad y las creencias. Los mensajes que apelan a la identidad política tienen un impacto significativo en cómo las personas perciben la información. Por ejemplo, si eres de derechas, puede ser más probable que desconfíes de ciertas vacunas debido a mensajes específicos dirigidos a tu grupo ideológico.
DiResta también analiza cómo la transparencia en las plataformas digitales ha disminuido, lo que dificulta el análisis independiente de datos por parte de investigadores y periodistas. Las teorías conspirativas han llevado a que estas empresas sean más reservadas con su información, temiendo ser vistas como cómplices de gobiernos o instituciones académicas. Esto ha creado un entorno donde la desinformación puede prosperar sin escrutinio adecuado. Además, DiResta critica la hipocresía de figuras como Elon Musk, quien utiliza narrativas de héroes y villanos para construir una percepción favorable, mientras evita cooperar con regulaciones que promueven la transparencia.