En el mundo competitivo del MotoGP, la llegada de nuevos equipos siempre genera expectación. El Trackhouse Racing Team, una empresa estadounidense que debutó a finales del año pasado, ha llamado la atención no solo por su peculiar estructura, sino también por su singularidad en cuanto a patrocinio. Este equipo, que se asentó tras la salida de RNF del campeonato mundial, ha optado por un modelo único: competir sin depender de grandes patrocinadores. En lugar de lucir múltiples logos en sus motos, Trackhouse ha elegido un diseño minimalista con solo un pequeño adhesivo de Gulf en las horquillas. A pesar de contar con talentosos pilotos como Raúl Fernández y Ai Ogura, el equipo aún no ha logrado atraer a los grandes inversores. Sin embargo, esta situación parece no preocupar a quienes están al frente del proyecto.
En un otoño dorado y vibrante, el Trackhouse Racing Team hizo su entrada triunfal en el circuito de MotoGP a finales de 2023. Tras la expulsión de RNF del Mundial debido a incumplimientos reiterados, este equipo estadounidense aprovechó la oportunidad para hacerse con las dos motos disponibles en pista. Desde entonces, ha firmado un acuerdo con Aprilia, apostando por una estructura poco convencional que lo distingue de otros equipos. La marca es la única fuente de financiamiento, lo que ha generado cierta inquietud entre los organizadores del campeonato. Para la temporada 2025, el equipo ha cambiado su diseño original inspirado en la bandera estadounidense por uno más audaz, con tonos azules intensos, amarillos brillantes y detalles en negro. Su único patrocinador, Gulf, apenas es visible en las protecciones de las horquillas. Esta estrategia contrasta con otros equipos que cuentan con numerosos patrocinadores menores. Además, recientemente el cantante Pitbull dejó de ser propietario del equipo tanto en MotoGP como en NASCAR, lo que sugiere que su presencia en el mercado estadounidense no ha tenido el impacto esperado. No obstante, Davide Brivio, manager del equipo, asegura que la autosuficiencia financiera les permite mantener un diseño estético y evitar la saturación de pegatinas.
Desde la perspectiva de un periodista, la postura del Trackhouse Racing Team plantea una interesante reflexión sobre la independencia financiera en el deporte motor. Mientras otros equipos luchan por atraer patrocinadores, Trackhouse demuestra que es posible competir de manera efectiva sin depender de terceros. Este enfoque podría abrir nuevas vías para equipos emergentes que buscan destacar en un entorno altamente competitivo. Sin duda, el camino de Trackhouse en MotoGP seguirá siendo objeto de análisis y debate en los próximos años.