El Gran Premio de Japón puso a Yuki Tsunoda bajo el foco, marcando un momento clave en su trayectoria. Con el nuevo RB21 en Suzuka, su carrera de casa, Tsunoda enfrenta el desafío de superar su mejor posición obtenida hasta ahora: cuarto lugar en Abu Dhabi 2021. Este logro se encuentra enmarcado por una historia rica de pilotos japoneses que han dejado huella en la Fórmula 1, desde Aguri Suzuki con su podio en 1990 hasta Kamui Kobayashi con su tercero en Suzuka 2012.
La presencia de pilotos japoneses en la Fórmula 1 ha sido significativa, aunque intermitente. Desde los primeros intentos de Masahiro Hasemi y Noritake Takahara en 1976 hasta las figuras más establecidas como Satoru Nakajima y Takuma Sato, cada uno ha contribuido de manera única al legado japonés en este deporte. Mientras algunos brillaron brevemente, otros lograron consolidarse, destacándose incluso fuera del Gran Circo.
Yuki Tsunoda tiene ante sí la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en la historia de los pilotos japoneses en la Fórmula 1. El cambio de asiento con Liam Lawson le permite competir con un vehículo más competitivo, pero también más exigente. Su objetivo es superar su mejor posición histórica, alcanzada en Abu Dhabi 2021, y convertirse en el cuarto piloto japonés en subir al podio.
Tsunoda no solo busca mejorar su posición personal, sino también honrar el legado de quienes lo precedieron. Desde sus inicios en Alpha Tauri, ha demostrado habilidades notables que podrían llevarlo a grandes éxitos. En Suzuka, su carrera de casa, la presión es mayor, pero también la motivación. Superar ese cuarto lugar sería un hito importante en su carrera, colocándolo junto a nombres legendarios como Aguri Suzuki y Kamui Kobayashi. Además, su actuación podría inspirar a futuros talentos japoneses a seguir sus pasos en la Fórmula 1.
Desde los primeros días de la Fórmula 1, los pilotos japoneses han dejado una marca distintiva. Las apariciones esporádicas dieron paso a carreras más consolidadas, especialmente con figuras como Satoru Nakajima y Takuma Sato. Cada uno aportó algo único al panorama global del automovilismo, destacándose tanto dentro como fuera del Gran Circo.
El viaje comenzó con Masahiro Hasemi y Noritake Takahara en 1976, continuó con Kunimitsu Takahashi y Kazuyoshi Hoshino en 1977, y llegó a su apogeo con Satoru Nakajima, quien se convirtió en el primer piloto japonés a tiempo completo. La década siguiente vio la llegada de Aguri Suzuki, cuyo podio en Japón 1990 marcó un hito histórico. Otros nombres importantes incluyen a Takuma Sato, cuya constancia lo llevó a un podio memorable en Estados Unidos 2004 y posterior éxito en IndyCar. Kazuki Nakajima también dejó su huella, mientras que Kamui Kobayashi cerró un ciclo brillante con victorias en resistencia tras su paso por la Fórmula 1. Estas historias sirven como inspiración para Tsunoda y futuros talentos japoneses.