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El Papel de la Cultura en la Resistencia Contemporánea
2025-01-12
En una conversación profunda y reveladora, el destacado intelectual cubano Abel Prieto ofrece su perspectiva sobre los desafíos culturales y emocionales que enfrenta América Latina hoy. La entrevista, conducida por Carlos Aznárez durante el Festival Internacional Antifascista, explora cómo la manipulación informativa y emocional está reconfigurando las dinámicas sociales y políticas en la región.
La Batalla Cultural: Nuestro Mayor Desafío
La Manipulación Informativa y Emocional
En el marco del Festival Internacional Antifascista, Carlos Aznárez abordó con Abel Prieto un tema crucial: la batalla cultural que enfrentamos en tiempos de creciente polarización política. Prieto enfatizó que la manipulación de la información, aliada a la manipulación emocional, es uno de los mayores peligros que amenazan la estabilidad social. Este fenómeno ha logrado arrastrar a muchas personas hacia ideologías extremistas, generando un nuevo tipo de fascismo que se alimenta de la desinformación y el miedo.Prieto argumentó que la crisis cultural actual es tan profunda que incluso los sectores más vulnerables de la sociedad han sido víctimas de esta manipulación. Las noticias de gran relevancia compiten con trivialidades en los medios, lo que genera confusión y fragmentación en la percepción del mundo. Esta dinámica no solo distorsiona la realidad sino que también erosiona la capacidad crítica de las personas, haciéndolas más susceptibles a mensajes radicales.El Impacto en los Sectores Más Humildes
Carlos Aznárez destacó que en Argentina, la manipulación emocional ha tenido un impacto particularmente fuerte entre los sectores más humildes de la población. Prieto coincidió, señalando que estos grupos son especialmente vulnerables debido a su menor acceso a fuentes de información confiables y a su mayor exposición a discursos simplistas y apelativos. La falta de educación cívica y mediática agrava este problema, facilitando que mensajes manipuladores encuentren terreno fértil para propagarse.Este fenómeno no es exclusivo de Argentina; se extiende por toda América Latina, donde la desigualdad y la exclusión social proporcionan un caldo de cultivo ideal para el surgimiento de movimientos autoritarios. Prieto advirtió que si no se toman medidas urgentes para fortalecer la educación y promover la alfabetización mediática, el riesgo de que estas tendencias se consoliden será cada vez mayor. Es necesario, por tanto, impulsar iniciativas que fomenten el pensamiento crítico y la capacidad de discernir entre información veraz y falsa.La Crisis Cultural y su Fragmentación
Prieto profundizó en la idea de que la crisis cultural es una de las principales causas de la fragilidad social actual. En un mundo globalizado y digital, las noticias importantes coexisten con banalidades sin que haya una clara jerarquía de importancia. Esta mezcla confusa dificulta la formación de una visión integral y coherente del entorno, llevando a una fragmentación de la realidad.La fragmentación cultural afecta no solo la forma en que las personas perciben el mundo, sino también sus relaciones interpersonales y comunitarias. Cuando las noticias verdaderamente relevantes pierden peso frente a trivialidades, se erosionan los valores colectivos y la cohesión social. Prieto instó a reflexionar sobre cómo reconstruir un tejido social sólido basado en el conocimiento y la empatía, elementos fundamentales para resistir la manipulación y fortalecer la democracia.Fortaleciendo la Resistencia Cultural
Para combatir estos desafíos, Prieto propuso la necesidad de fortalecer la resistencia cultural. Esto implica no solo promover el acceso a información de calidad, sino también fomentar espacios de diálogo y debate que permitan construir una narrativa alternativa basada en principios de justicia y solidaridad. La cultura, en todas sus formas, juega un papel crucial en este proceso al ofrecer herramientas para interpretar y transformar la realidad.Prieto subrayó que la lucha contra la manipulación debe ser multifacética, involucrando tanto a instituciones educativas como a medios de comunicación independientes. Solo mediante una colaboración efectiva entre estos actores será posible crear un ambiente que favorezca el pensamiento crítico y la participación activa de la ciudadanía. El objetivo final es construir una sociedad más resiliente y capaz de resistir las tentaciones autoritarias, asegurando así un futuro más justo y equitativo para todos.