La transparencia en el manejo de información es vital para la consolidación de sociedades democráticas. Expertos señalan que cuando los ciudadanos no tienen acceso a datos relevantes, surge un terreno fértil para gobiernos autoritarios. Durante décadas, la transparencia ha sido fundamental para fortalecer las democracias verdaderas, aunque algunos regímenes ocultan sus gastos bajo excusas como la seguridad nacional. En este contexto de cambios normativos y políticos, se subraya la importancia de instituciones sólidas y una ciudadanía informada para avanzar hacia una sociedad más justa. Sin embargo, lograr la transparencia en el ejercicio público no es tarea sencilla y puede ser fácilmente desmantelada.
En la era actual, la apertura de información juega un rol crucial en la construcción de democracias robustas. Cuando los ciudadanos carecen de acceso a esta información, se debilita su capacidad para ejercer su derecho a exigir responsabilidades. Los expertos advierten que este vacío puede facilitar la aparición de gobiernos con tendencias autoritarias. La transparencia garantiza que las decisiones gubernamentales estén expuestas al escrutinio público, lo cual es esencial para prevenir abusos de poder y corrupción. Es necesario promover la visibilidad en el uso de recursos públicos para mantener la confianza entre gobierno y ciudadanía.
La transparencia se erige como pilar fundamental en la democracia del siglo XXI. Julio César Bonilla, comisionado ciudadano del INFO CDMX, enfatiza que los gobiernos no pueden permitirse ocultar o manipular cifras ni tomar decisiones tras muros burocráticos. Este principio es vital para evitar que los regímenes disfracen sus acciones y mantengan informados a los ciudadanos sobre cómo se emplean sus impuestos. Además, Claudia Montes de Oca, vicepresidenta de la Comisión de Transparencia del Congreso de la Ciudad de México, destaca que solo con instituciones sólidas y ciudadanos bien informados podemos avanzar hacia una sociedad más equitativa. Estas voces resaltan la necesidad de una constante vigilancia y participación ciudadana para preservar la transparencia.
El camino hacia la transparencia en el ámbito público está plagado de obstáculos y requiere un compromiso constante. A pesar de los retos, los organismos locales de transparencia han asumido un papel crucial para empoderar a los ciudadanos. Estas instituciones se convierten en baluartes fundamentales para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a información relevante sobre el uso de recursos públicos. El fortalecimiento de estas entidades es imprescindible para contrarrestar intentos de opacidad provenientes de niveles superiores del gobierno.
Uno de los mayores desafíos ha sido la reducción de poder del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), absorbido por la Secretaría de la Función Pública. Esta medida ha debilitado significativamente su capacidad para velar por la transparencia. Ante este panorama, Laura Lizette Enríquez, comisionada presidenta del INFO CDMX, reconoce que los órganos constitucionales autónomos están atravesando un proceso de redefinición. Sin embargo, también enfatiza que estos organismos no deben perder su tradición progresista y garantista. Los expertos coinciden en que un ciudadano informado siempre será uno que exige rendición de cuentas, por lo que es crucial proteger y fortalecer la transparencia institucional para garantizar una sociedad justa y democrática.