Dacia, la marca rumana, se prepara para su debut en el Dakar con un equipo compuesto por Sébastien Loeb, Nasser Al Attiyah y Cristina Gutiérrez. Este trío ha estado trabajando arduamente en el desarrollo del vehículo Sandrider, que demostró su potencial en una prueba previa en Marruecos. Con pilotos de alto nivel como Loeb, quien nunca ha bajado del podio en las tres últimas ediciones, y Al Attiyah, cinco veces ganador del Dakar, además de la prometedora Gutiérrez, las expectativas son altas. La española tiene como objetivo principal adaptarse a este nuevo prototipo y aprender de sus compañeros, quienes tienen estilos de conducción muy distintos pero igualmente efectivos.
El proyecto de Dacia para el Dakar es fruto del trabajo conjunto de tres pilotos con perfiles muy diferentes. Loeb, Al Attiyah y Gutiérrez han colaborado intensamente en la creación del Sandrider. Este vehículo mostró su capacidad durante pruebas en Marruecos, donde evidenció un gran potencial sin los problemas típicos de un proyecto inicial. Los resultados obtenidos sugieren que el prototipo podría competir al nivel de vehículos consolidados como el Touareg.
Loeb, conocido por su experiencia en rallies y su constancia en el podio, ha destacado que el éxito del proyecto no depende solo de él. En lugar de centrarse en su figura, el francés enfatiza la importancia del trabajo en equipo. El vehículo fue desarrollado colectivamente, lo que refleja la unidad y cooperación dentro del equipo. Esta dinámica permitió que cada miembro aportara sus fortalezas, resultando en un diseño optimizado para enfrentar los desafíos del Dakar.
Cristina Gutiérrez, la única mujer en el equipo, llega con la intención de adquirir experiencia y explorar las capacidades del nuevo prototipo. Aunque ya ha logrado triunfos en otras categorías, su meta ahora es adaptarse a esta categoría superior. La conductora española observa dos estilos de manejo muy distintos en sus compañeros, pero ambos igualmente exitosos. Esta diversidad de técnicas ofrece valiosas lecciones para ella.
Gutiérrez describe que Loeb y Al Attiyah tienen métodos de conducción muy diferentes. Mientras que Loeb presenta un estilo más relajado y fluido, Al Attiyah opta por una conducción más agresiva. Sin embargo, ambos logran velocidades equivalentes, lo que demuestra que existen múltiples caminos hacia el éxito. La burgalesa prefiere emular el estilo de Loeb, con quien ha compartido experiencias en Extreme E. Además, resalta que ahora, siendo un equipo oficial, esperan una mayor cooperación entre los pilotos, algo que puede ser crucial para alcanzar el éxito en el Dakar.