La segunda cita del campeonato de Fórmula E en Ciudad de México demostró un contraste notorio con el caótico debut en Sao Paulo. Los aficionados disfrutaron de una carrera emocionante pero controlada, donde Oliver Rowland brilló al superar a los vehículos Porsche que habían asegurado la primera fila. Aunque Da Costa y Wehrlein intentaron resistir, no pudieron contener el ataque final del piloto de Nissan. Este resultado consolidó la posición de Da Costa como líder del campeonato, ahora con 12 puntos de ventaja sobre Rowland y Evans, quien sufrió un accidente.
Desde el inicio, quedó claro que la carrera mexicana sería diferente. Tras una salida limpia pese a las estrecheces de la primera curva, Wehrlein tomó la delantera, seguido por Da Costa y Vergne. La tranquilidad inicial se rompió cuando Ticktum y dos Lola tuvieron un contacto en el estadio. Pascal Wehrlein lideraba con un ritmo de gestión de energía que no duraría mucho. Con la llegada de los Modos Ataque, comenzaron los cambios de posiciones, destacándose Dennis y Da Costa quienes pasaron por el liderato. Las salidas del coche de seguridad añadieron tensión, especialmente después de los incidentes con Maloney y Beckmann, y luego con el Jaguar de Evans.
En este escenario, Rowland aprovechó al máximo los intervalos entre las apariciones del coche de seguridad para lanzar su último Modo Ataque y superar a los Porsche sin contemplaciones. En las vueltas finales, solo tuvo que resistir el empuje tímido de Da Costa para cruzar primero la meta. El top-5 lo completaron Dennis y Vergne, mientras que Wehrlein y Barnard se mantuvieron en el podio del campeonato mundial. Esta victoria de Rowland subraya la importancia de la estrategia y la habilidad en momentos cruciales, mostrando que incluso en una competencia tan intensa, la paciencia y el ingenio pueden marcar la diferencia.