El 29 de diciembre, Miguel Ángel Díaz despertó del estado en el que se encontraba, enfrentando la dura realidad de una amputación necesaria para salvar su vida. A pesar de este revés, mostró gran fortaleza y aceptación. Sin embargo, a principios de enero, surgió un nuevo conjunto de complicaciones médicas que pusieron nuevamente en peligro su vida. La madre del artista compartió con sus seguidores las dificultades que atraviesa su hijo, incluyendo infecciones severas y múltiples intubaciones.
Miguel Ángel Díaz comenzó su recuperación tras despertar de un profundo sueño médico, donde tuvo que enfrentar la pérdida de su pierna derecha. Esta decisión médica fue crucial para prevenir la propagación de trombos microscópicos y combatir una infección bacteriana. A pesar de los desafíos, el cantante demostró admirable valentía al aceptar su nueva realidad. Su madre, Yolanda Rincón, destacó cómo su hijo estaba evolucionando favorablemente durante las primeras semanas, incluso llegando a considerar su traslado a una unidad menos intensiva.
El optimismo inicial se vio reforzado por la actitud positiva del artista. Aunque la situación era delicada, Miguel Ángel mostró una notable serenidad ante la noticia de la amputación. Sus allegados y fans siguieron de cerca cada paso de su recuperación, celebrando pequeñas victorias mientras el equipo médico trabajaba arduamente para estabilizar su condición. Este período de progreso ofreció un rayo de esperanza a todos los que lo rodeaban, quienes rezaron fervientemente por su pronta recuperación.
A principios de enero, sin embargo, surgieron nuevas complicaciones que pusieron en jaque la estabilidad alcanzada. Miguel Ángel experimentó fuertes dolores abdominales que resultaron en una grave infección peritoneal. Esta situación obligó a los médicos a tomar medidas drásticas, incluyendo la extirpación de su catéter infectado y una cuarta intubación prolongada en solo tres meses. La gravedad de la infección afectó varios órganos vitales, generando una crisis médica crítica.
La madre del cantante, Yolanda Rincón, informó con gran dolor sobre la evolución adversa de su hijo. Ella describió cómo Miguel Ángel, consciente de la gravedad de su estado, accedió voluntariamente a la intubación, pidiendo únicamente que fuera despertado. Los médicos advirtieron a la familia sobre la posibilidad de una desfavorable evolución, pero también mencionaron signos de mejoría en los días posteriores. Pese a todo, la familia sigue firme en su fe y espera, preparándose para nuevas intervenciones quirúrgicas mientras continúa apoyando a Miguel Ángel en esta batalla.