Las autoridades surcoreanas han anunciado el éxito en la recuperación y conversión de los datos de la grabadora de voz en cabina (CVR) del vuelo 7C2216 de Jeju Air, que se estrelló en el aeropuerto de Muan. Este accidente ha sido el más grave en la aviación civil en 2024, causando 179 muertes y dejando dos sobrevivientes. El equipo de investigación, compuesto por expertos locales e internacionales, iniciará ahora el análisis detallado de las grabaciones para determinar las causas del siniestro.
El director de política de aviación del Ministerio de Territorio, Infraestructura y Transporte, Joo Jong-wan, confirmó que la CVR contiene hasta dos horas de grabaciones, incluyendo conversaciones entre la tripulación, señales de advertencia y comunicaciones con el control de tráfico aéreo. Estos datos son cruciales para entender qué sucedió antes del accidente. Los investigadores ya han comenzado a transcribir los archivos de audio, lo que podría arrojar luz sobre las circunstancias que llevaron al desastre.
La CVR registra las últimas dos horas de actividad en la cabina, capturando diálogos entre pilotos, alertas de seguridad y cualquier comunicación relevante con tierra. Las grabaciones podrían ofrecer pistas sobre posibles errores humanos o fallas técnicas. Además, se sabe que minutos antes del aterrizaje, la torre de control emitió una alerta sobre aves cercanas, lo que llevó al piloto a activar una señal de socorro y realizar un intento de aterrizaje de emergencia sin utilizar sistemas de frenado. Esta información será vital para reconstruir los últimos momentos del vuelo.
El vuelo 7C2216 resultó en la pérdida de 179 vidas, pero dos miembros de la tripulación lograron sobrevivir gracias a la estructura intacta de la cola del avión. Lee Mo, de 33 años, y Koo, de 25 años, fueron rescatados de la única parte del fuselaje que conservó su forma tras el impacto y el incendio posterior. Ambos sufrieron lesiones graves pero están recibiendo tratamiento médico adecuado.
Lee Mo, asistente de vuelo asignado a la parte trasera de la aeronave, fue trasladado primero a un hospital en Mokpo y luego al Hospital de la Universidad Femenina Ewha en Seúl, donde permanece bajo observación intensiva debido a fracturas en el hombro izquierdo y lesiones en la cabeza. Por su parte, Koo presentó heridas menos severas, como laceraciones en el cuero cabelludo y fracturas en ambos tobillos, y recibe tratamiento en el Centro Médico Asan en Seúl. Expertos indican que la sección trasera del avión ofreció protección relativa contra el impacto y las llamas, lo que resultó crucial para su supervivencia. El jefe de bomberos de Muan, Lee Jung-hyun, destacó que solo la cola del avión retuvo algo de su forma, facilitando el rescate de los dos sobrevivientes.