En la nueva reglamentación, los coches de la máxima categoría utilizarán motores de combustión, híbridos o eléctricos, combinados con transmisión y frenos Rally2 instalados en un chasis con estructura tubular. Esto representa un cambio significativo en la tecnología utilizada en los coches de rally. Los nuevos coches tendrán un peso mínimo de 1.230 kilogramos y utilizarán carrocerías de modelos SUV y de los segmentos B y C. Esto permitirá una mayor versatilidad y adaptabilidad a diferentes condiciones de pista.
Además, los actuales coches de Rally1 no podrán competir más allá de finales de 2026, lo que marcará un cambio definitivo en la competencia. Esta medida se tomará para impulsar la innovación y la adaptación a las nuevas tecnologías.
Una de las principales metas de la nueva reglamentación es reducir el coste de los vehículos. Los nuevos coches no costarán más de 400.000 euros, lo que hará que la participación en la competencia sea más accesible para una mayor cantidad de pilotos y equipos. Esto abrirá nuevas oportunidades para la industria del deporte y promoverá la competencia en todos los niveles.
Además, la reducción del coste de los coches también tendrá un impacto en la inversión de los fabricantes. Se pretende duplicar el retorno actual de la inversión, lo que incentivará a los fabricantes a seguir involucrándose en el deporte y a desarrollar nuevas tecnologías.
Aparte de reducir el coste de los coches, habrá más cambios en la normativa deportiva. Se pretende reducir la cantidad de personal del equipo que viaja a los eventos, lo que optimizará los recursos y ahorrará dinero. Esto también promoverá una mayor eficiencia en la organización de los eventos y en la gestión del deporte.
Otro aspecto que se va a modificar es el de los parques de asistencia. Se van a reducir para optimizar medios y ahorrar dinero. Esto requerirá una mayor adaptabilidad y creatividad de los equipos en la gestión de los parques de asistencia durante los eventos.
Thierry Neuville, el campeón del mundo, ha expresado su preocupación sobre la falta de participación de los pilotos en la comisión que ha diseñado la nueva reglamentación. Crece que los pilotos podrían aportar muchas ideas y soluciones para mejorar la competencia. También ha criticado la falta de cambios en el volante o suspensión activa de los coches de rally, considerando que estos elementos son esenciales para la optimización de la performance.
Sebastien Ogier, por su parte, prefiere no opinar sobre el tema en este momento. Considera que hay que hacer cambios, pero no quiere pronunciarse de manera temeraria. Su jefe, Jari-Matti Latvala, team principal de Toyota, cree que los nuevos coches deberían tener un precio de medio millón de euros y ser un segundo por kilómetro más rápidos que los Rally2. Estas opiniones demuestran la diversidad de puntos de vista entre los pilotos y el equipo.