En medio de la competencia más desafiante del mundo, dos pilotos con aspiraciones de gloria vieron truncados sus sueños. Toby Price y Sam Sunderland, quienes habían logrado dar el salto a la categoría reina del Dakar, enfrentaron un destino inesperado. Con el apoyo de Toyota, estos campeones se embarcaron en una aventura que prometía éxito pero terminó abruptamente debido a complicaciones médicas. La carrera no perdonó los errores y un nuevo incidente forzó su retirada, poniendo fin a una travesía que comenzó con gran entusiasmo.
La historia de Toby Price y Sam Sunderland es una mezcla de triunfo y tragedia. Estos dos pilotos, provenientes del motociclismo, encontraron en el Dakar la oportunidad de demostrar su valía en vehículos todo terreno. Sin embargo, el camino hacia la victoria estaba plagado de obstáculos. Desde los primeros días, la competencia presentó desafíos insospechados. El británico Sunderland sufrió una conmoción cerebral durante la quinta etapa, un hecho que mantuvieron en secreto hasta que empeoró durante la sexta etapa. A pesar de intentar continuar, la salud del copiloto se convirtió en la prioridad principal, obligándolos a tomar una decisión difícil.
El viaje por el desierto fue una lucha constante contra las adversidades. Los problemas mecánicos, como el recalentamiento del vehículo, llevaron a los pilotos a tomar rutas alternativas para evitar daños mayores. Sin embargo, el terreno traicionero no les dio tregua. Un agujero en la ruta apagó brevemente las luces del vehículo antes del día de descanso, lo que ya era un mal presagio. Luego, otro impacto severo durante la sexta etapa empeoró la condición médica de Sunderland, quien finalmente tuvo que rendirse ante los consejos médicos.
A pesar de la decepción, la experiencia del Dakar dejó huella en ambos pilotos. Toby Price y Sam Sunderland demostraron su capacidad para adaptarse y superar obstáculos en los primeros días de la competencia. Su relación de amistad y compañerismo quedó evidenciada en cada kilómetro recorrido. Aunque esta edición del Dakar no resultó como esperaban, ambos están seguros de que nuevas oportunidades surgirán en el futuro. La seguridad siempre será la prioridad, pero el espíritu competitivo sigue intacto, listo para volver a brillar en futuras ediciones de la carrera.