Los pronósticos del tiempo, basados en la observación y modelos matemáticos, son una herramienta esencial para prevenir el estado de la atmósfera. Desde hace cientos de años, se realizan estos ejercicios, aunque inicialmente eran poco acertados. Con la llegada de nuevas tecnologías, como los ordenadores, se han logrado predicciones más precisas, que son esenciales para el transporte, la agricultura, el turismo y más.
Por ejemplo, en Miami, durante el día, la temperatura alcanza un máximo de 25 grados, con una previsión de lluvia del 0% y nubosidad del 21%. Las ráfagas de viento llegan a 44 kilómetros por hora. En la noche, la temperatura cae a 21 grados, con una probabilidad de precipitación del 1% y nubosidad del 44%. Estos datos son cruciales para planificar nuestras actividades diarias.
Miami es una de las ciudades más importantes de Estados Unidos, ubicada al sur de Florida. Tiene un clima tropical con subtipo monzónico, lo que significa altas temperaturas todo el año, con una estación seca y una temporada de lluvias. En julio, las temperaturas son más altas, mientras que en enero se presentan heladas.
Las lluvias más fuertes ocurren durante el verano, mientras que la estación seca llega en invierno. Debido a su ubicación geográfica, Miami sufre constantemente de huracanes, cuya temporada va de junio a noviembre. Estos fenómenos climáticos afectan significativamente a la vida de la ciudadanía.
Estados Unidos es un país grande que posee una gran variedad de climas. En el lado este, predominan el húmedo subtropical y el continental húmedo. En el noreste, el clima continental húmedo se caracteriza por lluvias constantes y tormentas en verano y nieve en invierno.
En el sureste, el clima húmedo subtropical tiene veranos cálidos, inviernos frescos y abundantes precipitaciones. Del lado oeste, hay al menos tres grandes climas: semiárido, árido y mediterráneo. El clima semiárido, en su subtipo frío, tiene escasas precipitaciones y bajas temperaturas. En el suroeste, el clima árido es frío en invierno y templado en verano, con escasas precipitaciones. El clima mediterráneo tiene inviernos templados y lluviosos y veranos secos y calurosos.