En un incidente que ha puesto de manifiesto problemas de coordinación, dos altos funcionarios valencianos expresaron su desconocimiento acerca del número de personas hospitalizadas debido a una reciente tormenta. La representante del Gobierno y el secretario de Emergencias e Interior hicieron declaraciones separadas ante los medios, revelando una falta de comunicación efectiva entre las autoridades.
En el corazón de la Comunidad Valenciana, durante un día marcado por la incertidumbre, la delegada gubernamental, Pilar Bernabé, y el conseller Juan Carlos Valderrama se encontraron frente a preguntas insistentes de los periodistas. Estos querían conocer detalles sobre el estado de salud de los afectados por la devastadora dana que azotó la región. El viernes, se informó del fallecimiento de una mujer mayor, elevando la cifra de víctimas mortales a 224.
Bernabé, presente en Aldaia, enfatizó que la competencia para proporcionar esta información recae en la Generalitat, específicamente en la Conselleria de Sanidad. Aseguró haber consultado este tema durante una reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), pero no obtuvo respuesta concreta. Valderrama, mientras tanto, en Paiporta, reconoció abiertamente que carecía de esa información específica y transmitió sus condolencias a las familias afectadas, subrayando la importancia de mantenerlas informadas.
Esta situación ha dejado entrever desafíos en la gestión de emergencias y ha planteado cuestiones sobre la eficacia de la comunicación entre las distintas ramas del gobierno regional.
Desde la perspectiva de un periodista, es evidente que hay un vacío en la transparencia y coordinación entre las autoridades locales y regionales. Este incidente resalta la necesidad de mejorar los canales de comunicación durante situaciones de crisis, asegurando que la información crítica llegue a tiempo a quienes la necesitan. Es crucial que las autoridades trabajen juntas para evitar confusiones futuras y brinden apoyo oportuno a las comunidades afectadas.