El gobierno libanés desmintió informaciones no especificadas sobre la intención de Israel de permanecer en el sur del país tras el plazo acordado. El primer ministro Najib Mikati reafirmó su postura firme para que Israel retire sus fuerzas del territorio libanés, manteniendo intensos contactos diplomáticos con Estados Unidos y Francia, patrocinadores del cese al fuego. La UNIFIL instó a Israel a cumplir con los términos establecidos por la resolución 1701 de la ONU, incluyendo la retirada oportuna y el despliegue de las fuerzas libanesas en el sur.
Las autoridades libanesas negaron rotundamente versiones no precisadas que sugerían una posible retención israelí en el sur del Líbano después del periodo estipulado. En un comunicado oficial, se destacó que estas afirmaciones carecen de fundamento. Mikati ha insistido en la necesidad de que Israel cumpla con la obligación de abandonar el territorio ocupado, utilizando canales diplomáticos activos para transmitir esta exigencia a naciones clave.
La oficina del primer ministro enfatizó que cualquier reporte sobre la intención de Israel de continuar su presencia militar en el sur del Líbano es infundado. Mikati ha aprovechado diversos foros diplomáticos para subrayar la importancia de que Israel se retire conforme a lo pactado. Durante encuentros bilaterales con representantes de Estados Unidos y Francia, Mikati ha dejado claro que el mantenimiento de la paz depende del cumplimiento estricto de los acuerdos alcanzados.
En este contexto de incertidumbre, organizaciones internacionales han tomado cartas en el asunto. La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL) ha hecho un llamado urgente para que todas las partes involucradas cumplan con sus responsabilidades según lo acordado. Se espera que Israel complete su salida del territorio y que las fuerzas libanesas tomen control del área sur del país.
La UNIFIL ha subrayado la importancia de que Israel lleve a cabo su retirada dentro del plazo establecido, asegurando que las tropas libanesas puedan desplegarse sin obstáculos. Este proceso es crucial para garantizar la estabilidad en la región y el fin de hostilidades que han causado numerosas víctimas durante más de un año. Desde la firma del alto el fuego entre Israel y Hezbollah en noviembre, la comunidad internacional ha vigilado de cerca el cumplimiento de los términos pactados, consciente de que cada día adicional de ocupación representa un riesgo para la paz en la zona.