En un análisis reciente, se ha destacado que la creciente actividad de infostealers en 2024 sugiere que estas amenazas seguirán siendo cruciales en 2025. Los expertos advierten sobre la necesidad de reforzar las defensas y adoptar estrategias preventivas para mitigar riesgos. El informe presentado por una reconocida empresa de seguridad informática revela cambios significativos en el panorama del malware diseñado para robar información confidencial. Estos programas maliciosos mostraron un incremento en su actividad durante el último semestre de 2024 y se perfilan como una de las principales amenazas para la seguridad organizacional en el próximo año.
En un entorno digital cada vez más complejo, los investigadores de seguridad en América Latina han observado un notable aumento en la actividad de infostealers durante el segundo semestre de 2024. Este tipo de malware silencioso, diseñado para robar datos sensibles, ha experimentado un auge significativo, lo que plantea serias preocupaciones para el futuro cercano.
Según un informe de amenazas publicado por una compañía líder en ciberseguridad, los cibercriminales están ofreciendo paquetes de malware en mercados ilegales a cambio de suscripciones. Esta práctica facilita el acceso a herramientas avanzadas incluso para actores menos experimentados, lo que permite una rápida expansión de estos ataques. En particular, los países con mayor número de detecciones incluyen Perú, Polonia, España, México y Eslovaquia.
Los especialistas subrayan que este fenómeno resalta la importancia de implementar medidas de seguridad robustas, como la autenticación de dos factores, para proteger contra el robo de credenciales. Además, el modelo de Malware-as-a-Service (MaaS) amplifica el riesgo al proporcionar acceso fácil a estas herramientas, incluso para atacantes con poca experiencia.
Desde la perspectiva de un lector interesado en ciberseguridad, esta información refuerza la urgencia de adoptar prácticas de seguridad más estrictas tanto a nivel individual como organizacional. La evolución constante de las amenazas digitales requiere una vigilancia continua y actualización de las defensas para mantenerse un paso adelante de los ciberdelincuentes. Es fundamental que las organizaciones inviertan en formación y tecnologías avanzadas para proteger sus activos más valiosos: sus datos.