Sir Lewis Hamilton, el siete veces campeón del mundo, ha comenzado su nueva etapa con Ferrari con un entusiasmo inmenso. Tras sus primeros kilómetros al volante del SF-25 en Fiorano, Hamilton destacó la calidad del vehículo y mostró su motivación para enfrentar este desafío. El piloto británico reconoció el legado de la escudería italiana y expresó su determinación para alcanzar el éxito, comparándose con figuras anteriores como Alonso y Vettel. Además, habló sobre las dificultades de adaptarse a un nuevo equipo y cómo planea elevar su nivel individual para cumplir con las expectativas. También comentó sobre la competencia interna con Leclerc y su ambición de ganar un octavo título mundial.

Un Piloto Legendario Frente a un Desafío Colosal

Hamilton se muestra humilde ante el gran reto que representa unirse a Ferrari. A pesar de su vasta experiencia, el piloto británico reconoce la magnitud del legado de la escudería italiana y el trabajo extraordinario necesario para aclimatarse. Sin embargo, su actitud es firme y llena de determinación. Expresó su deseo de ser un "trabajador empedernido" y señaló que nunca antes había estado tan motivado para su 19ª temporada en la Fórmula 1. La pasión y el compromiso de los fans y tifosi también juegan un papel crucial en su motivación, ya que no quiere decepcionar a quienes confían en él.

Hamilton explicó que la adaptación a un nuevo equipo no es un proceso rápido. Reconoció que tanto en McLaren como en Mercedes, le llevó tiempo construir la confianza necesaria para rendir al máximo. En esta ocasión, sabe que el paso es aún mayor debido a la dimensión de Ferrari. Aseguró que está dispuesto a hacer todo lo posible para estar preparado, incluso si eso significa necesitar más tiempo en el coche durante las pruebas. Comparó su situación con la de otros pilotos que lograron grandes éxitos en sus primeras carreras con Ferrari, pero subrayó que su enfoque es diferente y que está listo para enfrentar cualquier desafío que se le presente.

La Competencia Interna y la Ambición de Títulos

En el garaje de Ferrari, Hamilton encuentra a uno de los grandes talentos de la parrilla: Charles Leclerc. El piloto británico observa con admiración la profesionalidad y velocidad de su compañero de equipo. Reconoce que batir a Leclerc no será fácil, especialmente en su propio terreno, pero está dispuesto a colaborar para que el equipo avance en la dirección correcta. Hamilton ve en Leclerc a un rival formidable y espera tener buenas carreras junto a él. Los campeones se reconocen entre ellos, y Hamilton identifica en Ferrari los ingredientes perfectos para triunfar.

El piloto británico tiene claro que si gana el Mundial con Ferrari, ese título no será solo otro número en su lista de logros. Para él, sería el primero de esta escudería en mucho tiempo, algo que considera un honor especial. Anteriormente, Kimi Räikkönen obtuvo el último título para Ferrari en 2007, y el último campeonato de constructores fue en 2008. Hamilton habla de títulos con naturalidad, ya que siente que el SF-25 tiene el potencial para llevarlo al podio más alto. Si tiene la fortuna de ganar otro campeonato, asegura que no piensa detenerse ahí. Su ambición sigue viva y su objetivo es claro: seguir escribiendo páginas gloriosas en la historia de la Fórmula 1 junto a Ferrari.