En el mundo actual, la protección de la privacidad se ha vuelto cada vez más desafiante debido al auge de aplicaciones móviles que recopilan datos personales sin consentimiento pleno. Estas aplicaciones, desde redes sociales hasta servicios de mensajería, generan ingresos no solo por sus servicios, sino también mediante la venta o intercambio de información personal con terceros. Un informe de Nsoft destaca que en 2024, las descargas de aplicaciones móviles alcanzaron los 257 mil millones a nivel global, lo que aumenta las preocupaciones sobre cómo se utilizan estos datos.
Las aplicaciones móviles modernas recopilan una amplia gama de información, desde ubicación en tiempo real hasta historial de navegación y contactos. Esta información puede ser utilizada para fines diversos, incluyendo publicidad personalizada y análisis de comportamiento. Las empresas de desarrollo de software han revelado que muchas aplicaciones populares recopilan datos constantemente, a menudo sin que los usuarios sean plenamente conscientes de ello. Este fenómeno es especialmente preocupante dado el aumento significativo en el uso de aplicaciones móviles en los últimos años.
La recopilación de datos tiene múltiples propósitos. En promedio, el 91.4% de los datos recopilados se utiliza para mejorar el funcionamiento de las aplicaciones, mientras que el 85.7% se destina a análisis y métricas. Esto significa que casi siete de cada diez datos ingresados por los usuarios pueden ser utilizados por otras empresas. Además, un alto porcentaje de esta información se comparte con terceros, principalmente para fines publicitarios. Por ejemplo, Meta, dueña de Facebook, Messenger, Instagram y Threads, comparte el 68.6% de la información personal de los usuarios con terceros, lo que genera ingresos considerables.
La recopilación de datos por parte de aplicaciones móviles tiene implicaciones económicas y éticas significativas. Las empresas justifican esta práctica como una forma de mejorar la experiencia del usuario y personalizar contenido, aunque el verdadero objetivo suele ser económico. La presidenta ejecutiva de AXEDE explicó que estas prácticas permiten optimizar publicidad y monetizar información a través de terceros. Sin embargo, esto plantea preguntas sobre la transparencia y el consentimiento informado.
El uso de estos datos se extiende desde publicidad segmentada hasta el entrenamiento de algoritmos de inteligencia artificial. En algunos casos, la información es compartida con gobiernos u otras empresas sin conocimiento del usuario. LinkedIn, por ejemplo, ocupa el segundo lugar en la lista de aplicaciones invasivas, compartiendo un 37.1% de la información personal con terceros. Amazon, en el tercer lugar, recopila el 68.6% de los datos para operar su tienda en línea, pero solo comparte un 5.7% con otras entidades. Este panorama subraya la necesidad de mayor regulación y conciencia sobre cómo se manejan los datos personales en el mundo digital.