Un reciente informe destaca que, aunque las empresas españolas reconocen la importancia de los datos para su operación, enfrentan desafíos significativos en su gestión. La investigación revela que la mayoría de las organizaciones no tienen una infraestructura de datos completamente integrada, lo que limita su capacidad para aprovechar al máximo esta valiosa información. Además, el estudio muestra un creciente interés en tecnologías como la inteligencia artificial, pero también evidencia preocupaciones sobre seguridad y costos.
Las empresas españolas luchan con la desconexión de sus sistemas de información. A pesar de que la mayoría reconoce este problema, solo una tercera parte lo considera su principal obstáculo. Las organizaciones se inclinan por soluciones en nube, tanto privadas como públicas, mientras que una minoría aún mantiene infraestructuras on-premise. La fragmentación de acceso a los datos es otro reto, ya que cada departamento suele tener acceso limitado a su propia información, dificultando la colaboración interdepartamental.
Este escenario refleja una realidad compleja en la que, aunque existe confianza en los datos para tomar decisiones, la falta de conexión entre sistemas y departamentos impide un uso óptimo de la información. Los encuestados señalan problemas como la fiabilidad y seguridad de los datos, así como el aumento de costos operativos. Además, existe cierta desconfianza en el uso de datos privados para desarrollar modelos de inteligencia artificial, lo que sugiere la necesidad de mejorar las prácticas de gobernanza y cumplimiento.
La adopción de inteligencia artificial es casi universal en las empresas españolas, con un enfoque particular en modelos predictivos y generativos. Estas tecnologías han demostrado mejoras significativas en eficiencia operativa, experiencia del cliente y capacidades analíticas. Sin embargo, los retos persisten, especialmente en términos de seguridad y cumplimiento normativo, así como en los altos costos asociados a estas herramientas.
En respuesta a estos desafíos, algunas organizaciones están explorando nuevas arquitecturas de datos, como los data lakehouse, que ofrecen mejores formas de acceder y gestionar datos no estructurados. Aunque solo un tercio de las empresas ha adoptado esta tecnología, quienes lo han hecho reportan beneficios significativos en términos de eficiencia operativa, gobernanza y eliminación de silos de datos. Esta tendencia sugiere que las empresas que inviertan en estas nuevas estructuras podrían obtener ventajas competitivas importantes en el futuro.