Confieso que no había dado cuenta. Saltillo es una ciudad llena de vida y alegría. Contrario a lo que se suele decir, no es una ciudad aburrida, sino que es una ciudad donde los saltillenses saben disfrutar. Cuando se nos llama para armar una fiesta, un relajo o un desfile, nos apuntamos con alegría. Pero esto no es gratis. En una ciudad donde se pagan los mejores salarios, los lujos no significan tirar la casa por la ventana, sino que son el fruto del trabajo propio.

El Desfile de las Ánimas

El desfile de las ánimas fue una experiencia única. Se organizó como conmemoración del Día de Muertos y se estiró hasta ocho días con el Festival de las Ánimas del Desierto. Hubo dudas al principio sobre si tendrían suficiente para llenarlo, pero los organizadores y los saltillenses se unieron con entusiasta felicidad. Hubo dos altares monumentales, el de las escaleras de Santa Anita y el del Bosque Urbano. Aunque el del bosque era más impactante por su espacio grande, el del barrio también tenía su mérito. El desfile también tuvo dos versiones, uno organizado por una persona y otro por otra. El desfile que presenciamos el día sábado estaba bastante concurrido de marchantes, aunque a veces parecía que más eran los que desfilaban que los que presenciaban.

Respecto a esto, hay un inconveniente importante. Nuestra mentalidad pueblerina puede ser un obstáculo. En épocas pasadas, los desfiles y eventos eran más modestos. Recordamos un desfile de la Coca Cola en el que solo hubo diez camiones. Imagínense el dolor de cabeza de los organizadores al intentar hacer durar tres horas un desfile tan modesto. Las calles "desfilables" de Saltillo no son muy amplias, y el tráfico se ve afectado.

Ahora, los saltillenses se han soltado el pelo con los desfiles. Después del desfile de las ánimas, hubo un desfile de autos clásicos. Pero este fue entre semana, coincidiendo con la hora pico del tráfico. Las carcachas viejas se juntaron con las nuevas, haciendo que el tránsito fuese más lento.

Los Programados para el Año

Antes del año termine, están programados al menos otros dos desfiles. En diciembre, se anuncia el "tradicional" de navidad, que probablemente sea uno o dos desfiles, el de la Coca y el organizado por el gobierno del estado. Esto hará que la ciudad esté llena de gente comprando en los comercios.

Queremos fiestas, pero no debemos estorbar el paso al resto del mundo. Saltillo era más tranquilo antes, y es importante mantener un equilibrio.

En resumen, Saltillo es una ciudad donde los saltillenses saben disfrutar de las fiestas, pero también debemos ser responsables y no estorbar el tráfico normal de la ciudad.