El 42% de los encuestados señaló utilizar como principal indicador el número de "me gusta" y "compartidos" que una publicación había recibido en las redes sociales. Sin embargo, esto no garantiza la veracidad de la información. Solo un 19% se fía en la reputación del autor o editor original. Esto demuestra la necesidad de que los creadores de contenido busquen otras formas más fiables de evaluar la credibilidad de la información.
Además, el 21% está dispuesto a compartir contenidos si los ha recibido de "amigos de confianza". Esto puede ser una fuente de información, pero también puede ser una fuente de desinformación si los "amigos de confianza" no son capaces de evaluar correctamente la información.
La UNESCO destaca la importancia de que los periodistas puedan ayudar a los creadores de contenido a verificar la fiabilidad de su información. Sin embargo, la cooperación entre estas dos comunidades sigue siendo escasa. Los medios de comunicación tradicionales son solo la tercera fuente de información para los creadores de contenido, después de su propia experiencia y investigaciones.
Esto significa que los creadores de contenido deben aprender a trabajar de manera independiente y a buscar información en diferentes fuentes. También deben aprender a colaborar con periodistas y medios de comunicación tradicionales para difundir información basada en hechos.
La encuesta también ha revelado que la mayoría de los creadores de contenido digital (59%) no están familiarizados con los marcos reguladores y normas internacionales relacionados con las comunicaciones digitales. Solo un 56,4% conoce los programas de formación dirigidos a ellos, y solo un 13,9% ha participado en alguno de ellos.
Esta falta de conocimiento puede poner a los creadores de contenido en una situación de inseguridad jurídica y les impide hacer valer sus derechos cuando son víctimas de contenido restringido en línea. Por ejemplo, un tercio de ellos han sido objeto de discurso de odio, pero solo un 20,4% han denunciado el caso a la plataforma de redes sociales.
En respuesta a la demanda de formación de los encuestados (73%), la UNESCO y el Centro Knight para el Periodismo en las Américas se unieron para impartir el primer curso mundial de un mes de duración. Su objetivo es preparar a los creadores de contenido para hacer frente a la desinformación y el discurso de odio y proporcionarles una base sólida sobre las normas mundiales de derechos humanos en materia de libertad de expresión e información.
Durante el curso, los participantes aprenderán a buscar información utilizando diversas fuentes, a evaluar y verificar la calidad de la información, a ser transparentes sobre las fuentes que inspiran su contenido, a identificar, desacreditar y denunciar información errónea y a colaborar con periodistas y medios de comunicación tradicionales.
Una vez finalizado el curso, la UNESCO seguirá trabajando con los beneficiarios para crear una comunidad que comparta buenas prácticas y promueva la integridad de la información a gran escala.
Como organización dedicada a la comunicación y la información, la UNESCO juega un papel importante en la lucha contra la desinformación en línea. En 2023, publicó las primeras Directrices para la gobernanza de las plataformas digitales para ayudar a los gobiernos y reguladores a abordar la contaminación del ecosistema de información mundial.
También trabaja para apoyar el periodismo independiente y dotar a las personas de conocimientos básicos sobre los medios de comunicación y la información para que puedan reconocer la información fiable.